- Te habías despertado necesitada. Simplemente se ve hermoso con el sol de la mañana brillando en su piel. Te deslizas debajo de las sábanas y te sientas a horcajadas sobre sus piernas, inclinándote hacia adelante y tomando su polla semi dura en tus manos, dejando pequeños lametones y besos en su punta. No se necesita mucho esfuerzo para ponerlo duro.
- Cuando finalmente lo llevas a tu boca, mueve sus caderas y coloca su mano firmemente en la parte posterior de tu cabeza. Te sobresalta y terminas tomando más de él en tu boca de lo que estás acostumbrada, haciéndote dar arcadas y quitándote de encima.
- Te saca de debajo de las sábanas y te sube a horcajadas sobre sus caderas. Tú gimiendo por la fricción cuando te jala hacia él. "¿Hay algo que necesites, pequeña?" y le das una pequeña sonrisa tímida y respondes "tú", y él te devuelve la sonrisa y es tan suave.
- Lentamente te levanta lo suficiente para alinearte con tu entrada, y te baja lentamente sobre él. Te quejas y él hace una pausa para que puedas recuperar el aliento, porque sabe que es grande y que a veces luchas por tomarlo todo. "Tómate tu tiempo, pequeña, no hay prisa". Cuando te impacientas y comienzas a retorcerte en sus manos, aflojará su agarre y te dejará deslizarte hacia abajo hasta que esté completamente asentado en ti.
- Te tiemblan los muslos porque te sientes muy llena, y la presión entre tus caderas es casi insoportable. Él te insta a que te muevas tirando de tus caderas sobre las suyas una vez, luego te haces cargo. Conformándose con moler sobre él, tu clítoris deslizándose contra su pelvis tan deliciosamente. Levantas tus brazos para rodear su cuello, mientras él permanece agarrado a tu cintura, ayudándote a mantener el ritmo cuando tus caderas tartamudean por el placer que te permite tomar.
- Esto continúa por un tiempo, aumentando lentamente hasta tu liberación. Presiona besos en cualquier lugar que pueda alcanzar, tus labios, mejillas, hombros, cuello y pecho, todo mientras susurra alabanzas. "Lo estás haciendo muy bien, pequeña. Llevándome tan profundo. Estás cerca, ¿no? Puedo sentirte revoloteando a mi alrededor, muy bien por mí". Sus elogios, mezclados con la forma en que comienza a penetrarte, empujándote a mover tus caderas más rápido contra las suyas, te hace correrte en cuestión de segundos. Él siguiéndote de cerca, llenándote tan bien con su corrida.
- Es tan cálido y te hace sentir aún más llena que antes. Tus caderas y muslos se contraen con las sacudidas posteriores a tu orgasmo, y él te deja sentarte con su polla dentro de ti durante el tiempo que quieras. Sus manos se frotan arriba y abajo de tu espalda y a lo largo de tus muslos llevándote de vuelta a él. Gimiendo contra su cuello, ojos llorosos cuando canta más alabanzas contra tu oído. "Lo hiciste muy bien por mí, pequeña. Siempre lo haces" mientras frotaba sus manos a lo largo de tu cuerpo tembloroso. Cuando lloriqueas un pequeño grito de su nombre, que realmente suena más como un sollozo, él te abraza más fuerte y susurra "Estoy aquí, no me iré a ningún lado cariño. Te tengo".