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–| momentos antes del despertar de Estrella |–
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n o r m a l
Bakugō puede admitir que hizo todo por impulso, que tal vez se equivocó y debió seguir las instrucciones de Vernon. Pero no lo hará porque tiene el presentimiento de que va a funcionar.
Bajo los constantes reclamos de Shinsō para alejarse de ese punto sin retorno, ignoró la misión principal en el campanario y subió directamente al tercer piso en busca de la puerta del armario.
Bakugō no es supersticioso, y en un mundo inundado de quirk es difícil no creer en algo o al menos esperar ideas descabelladas una tras otra. Quizá es por esa razón que, cuando encontró la puerta y la abrió, no se sorprendió con lo que vio dentro de ella.
El armario es solamente de título.
Dentro el especio es totalmente oscuro, no hay luz en ninguna parte. Parece un pozo sin fondo, donde al mínimo paso puedes perder el sentido de orientación. Las corrientes de aire son desconcertantes, no hay señales de ventanas abiertas o algún ruido que delate abanicos. Pulula el polvo, hay un olor a quemado que cala en la garganta y al mismo tiempo hay otro aroma desconocido que se mezcla con el primero.
— ¿Qué es esto...?
" Abriste lo que Koe esconde "
Avanzó. Dio un paso adelante, la valentía tomando el control del cuerpo.
Dos pasos, el espacio oscuro se hizo más grande. El aire golpea directo a la cara, sacude la ropa en ráfagas furiosas que duelen de alguna forma. El olor a quemado se intensifica y es sofocante.
Tres pasos, Shinsō grita. Bakugō finge no oírlo, da un paso más. La puerta detrás suyo se cierra, todo se vuelve oscuro. El aire deja de golpearlo, vuelve a moverse en círculos por la habitación.
Cinco pasos, chocó con una pared. Es de madera, puede sentir astillas por donde pasa los dedos. Busca a tientas un interruptor, pues puede oír una cadena moverse por el viento. Bakugō no se dió cuenta que la voz de Shinsō se apagó.
Encuentra el interruptor y lo enciende, pero la luz nunca encendió. En cambio, frente a él comenzó a reproducirse una secuencia de imagenes en movimiento.
Hay una niña llorando. Abraza con fuerza la pierna de un hombre adulto, tal vez el padre, Bakugō no lo sabe. El hombre la aparta sujetándola del cabello y la lanza a los pies de una mujer. La niña sigue llorando mientras los adultos discuten, y solo entonces Bakugō entiende porqué la niña está llorando: la están abandonando en un orfanato.
El armario es una prisión.
La secuencia termina y tanto la pared como el interruptor desaparecen.
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Crush Dimensional || BNHA
FanfictionDurante un entrenamiento en U.A., Midoriya golpeó accidentalmente a Bakugō en la cabeza. PD: Una advertencia tardía -un poquito [mucho] tarde- por palabras fuertes, o groserías, o lenguaje vulgar, como quieran decirle. Advertencia válida después del...