·
·
·
Ocurrió en un instante, la gravedad haciendo su trabajo y las fórmulas de la física aplicando su teoría sobre el diminuto cuerpo de Estrella cayendo al vacío. Y sin embargo todo sucedió en cámara lenta.
La paleta de colores cambio de cálidos a fríos, la luz del día fue sustituida por la noche y el aire obstruido por el polvo se volvió agradable. Fue como salir de un sauna y nadar en un río congelado.
Por un momento Estrella estaba escondida en el callejón, recuperando el aire y contando las heridas; pero al otro la basura, los escombros y la cortina de humo a su alrededor desapareció.
Sus pies perdieron el piso, el centro de gravedad cambió y empezó a caer. Fue recibida por un cielo despejado de nubes, oscuro sin estrellas y una luna solitaria a días de volverse luna llena.
Fue cuestión de inercia extender los brazos al frente, buscando un soporte del cual sujetarse, pero lo único que encontró fue un vacío que sintió incluso en el corazón. Los cortos mechones de cabello bailaron en el aire y la mochila en la espalda fue quien guió la caída.
Cuando comenzó a caer, Estrella creyó que estaba volando. Como esa vez que saltó muy alto en el trampolín y cayó de espaldas para seguir rebotando y sentir mariposas en el estómago con cada elevación.
Caer para volar, volar para caer. Estrella no dudó en disfrutar de la vista y sentir el viento correr por su cuerpo porque, teniendo a Víctor y su país de las maravillas no sería la primera vez que Estrella cae para volar.
Pero Estrella no está en el país de las maravillas y no hay un Víctor o el viento amigo que la lleve en sus brazos por el aire. Está sola y está cayendo.
Cayendo en medio de la noche cuando lo último que vió fue el cielo despejado de la tarde.
Y la única palabra que salió de los labios de Estrella cuando comprendió lo que está sucediendo fue:
— S-suki...
Y siguió cayendo.
·
·
·
–| En los dormitorios con Bakugō, momentos antes de la caída |–
·
·
·
Eran pasadas las cinco de la mañana y Bakugō Katsuki se refugia en la cocina de los dormitorios en UA en busca de café.
Anteriormente fue despertado por los gritos de Koe, gritos a los que está acostumbrado y ha tomado mucho cariño con el pasar de las semanas. Sin embargo esta vez no puede evitar preocuparse por las cosas raras que Koe dijo y sin contexto.
Maldecir al gobierno, hablar de una tercera guerra mundial, conspiraciones, corrupción y muchos otros más que lo tienen preocupado como aquella vez. Por no hablar de la supuesta bomba que resultó ser un paquete de droga, o el robo a militares que no eran militares.
Katsuki nunca probó el alcohol a pesar de tener dieciocho años, pero cree que lo necesitara pronto si Koe se pone en peligro otra vez.
Quizá por esa razón pensó que era buena idea salir del edificio y dar un paseo nocturno con media taza de café frío en manos.
ESTÁS LEYENDO
Crush Dimensional || BNHA
FanfictionDurante un entrenamiento en U.A., Midoriya golpeó accidentalmente a Bakugō en la cabeza. PD: Una advertencia tardía -un poquito [mucho] tarde- por palabras fuertes, o groserías, o lenguaje vulgar, como quieran decirle. Advertencia válida después del...