Capítulo 12 : Compradora compulsiva

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     Todo comenzó con la salida de los adultos. La información dada por George sigue sin ser digerida, todavía Bakugō tiene problemas. Aunque él sabe poco más del tema que los demás por los desvaríos de Koe, eso no significa que sea más fácil.

Pero volviendo a lo que de verdad importa. Quizás tuvo algo de culpa por mencionar sus planes secretos al alcance del oído chismoso de Mina, o fue lo fácil que cedió a los ojitos de Koe cuando Sero preguntó si podían ir con ellos.

El punto es, Bakugō se arrepiente de haber llevado a la bola de idiotas y su compañera al centro comercial para su cita.

Uno pensaría que el problema es que Koe se pierda y no encuentre a nadie que sepa hablar español, pero no.

El problema es que Koe tiene dinero...
Y es una compradora compulsiva.

¿De dónde sacó el dinero? No lo sabe. Bakugō sospecha que lo robó de esas personas que la querían encerrar en alguna base secreta del gobierno, si es que existe. Aunque...

¡¿Quién demonios lleva $5000 dólares en efectivo!? Koe, al parecer.

No lo hagan mencionar del caos en el banco para cambiar el dólar por yenes...

Perra, hago el baile del dinero ajá. Acabo de hacer cientos de fajos de billetes, ajá. Cuando los de la tienda digan que firme, ajá, les dejaré mi autógrafo ajá. —los dependientes de la tienda observan en silencio a la pre-adolescente cantar mientras apila ropa en los brazos del empleado que la atendió.

     Bakugō suspira. Busca la paciencia que no tiene y vuelve a suspirar.

Es la quinta tienda que visitan. Mina Está en alguna parte del departamento de hombres torturando a Hitoshi con prendas para probarse, en cambio él y Kirishima están vigilando a Koe mientras Sero y Kaminari se fueron al área de comidas para ir ordenando lo que van almorzar. Llevan tres horas comprando ropa sin parar, necesita comer si no quiere perder el poco autocontrol que tiene.

Así no es como Bakugō imaginó que sería su primera cita. Lo peor es que...

— No, Koe. Ese color no te queda. Busca uno menos chillón. —Bakugō está tan acostumbrado a la moda por culpa del trabajo de sus padres que no puede evitar dar su opinión cada vez que Koe le muestra una prenda de ropa y le pregunta cómo se ve.

     Amenazó a Kirishima para no decir nada, o al menos guardar el secreto entre los dos. Tres si cuentas al empleado, pero ellos no hablan si les das dinero. Así que...

Bakugō sigue pensando en lo que dijo George, lo que dijo de los conductores y cómo no tiene sentido con todo lo que sabe de quirk. Mostró un esquema bien detallado, añadió ejemplos y variables para evitar conflictos como lo haria cualquier maestro exponiendo un tema. Es por eso que no entiende.

¿Un meteorito perforó la atmósfera? Niños afectados por radiación que despiertan superpoderes, médicos que no saben cómo tratar a estos niños y científicos que experimentan con ellos buscando una cura. Ni hablar de la supuesta guerra mundial que puede estallar en cualquier momento. Nada de eso cuadra. No hay nada de eso en los libros de historia o en las noticias, con el problema de All For One resuelto uno pensaría que ese tipo de cosas se hablarían al instante pero ni sus luces.

Y si añadimos la forma en que Koe llegó a la UA...

Bakugō sabe que se esta perdiendo de algo, algo muy importante. Un detalle crucial para unir los puntos.

¿Pero qué?

¡Suki! —hizo los pensamientos conspirativos a un lado para mirar a Koe. — Tengo hambre. ¿Comemos, por favor?

     Lleva tres bolsas nuevas de ropa, lo que hacen 15 bolsas de ropa para llevar lo que dure de la salida. Y esas son solo las de Koe.

— ¿Has terminado, o hay algo más que quieras comprar? —no pregunta. Quita las bolsas a Koe con una mano y con la otra rodea los hombros femeninos. — Habla ahora o calla para siempre.

Hm. Quiero ver las bicicletas~ —apenas sonríe. Hay rubor en las mejillas y juega con los dedos. — Pero tengo hambre...

— ¿Por qué quieres una bicicleta? —levanta una ceja, curioso.

     De todo lo que puede comprar decidió pedir una bicicleta, así que se entiende la duda.

Uno de mis deseos es pasear en bicicleta por la playa, o ir a la playa en general. Quiero ir a la costa y dar vueltas en la bicicleta con la vista al mar, el sonido de las gaviotas y el sol... —confesó. — ¿Es tonto?

— Para nada. —retira un mechón del rostro, sin dejar de avanzar o romper el abrazo. — Lo haremos.

¡¿De verdad!?

— Es una promesa.

     Ignorado, convertido en la tercera rueda. Kirishima llora varonilmente por la atención que Bakugō tiene con su compañero. Es lo más bonito que lo a visto hacer y se llevará el recuerdo a la tumba.

O depende de cuánto le pague Mina por las fotos que tomó.

Kirishima está orgulloso por Bakugō, feliz por el en todos los sentidos. Tenía la preocupación que reaccionara mal a el tema de las marcas y los compañeros, pero viéndolo ahora se siente más ligero.

Bakugō y Koe están hechos el uno para el otro.

Y es mientras el grupo de amigos se reúne en el área de comidas a lo lejos, ajenos a ellos y su felicidad, los adultos han llegado a la conclusión preocupante de que Koe es un peligro... y debe ser tratado inmediatamente.

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Capítulo cortito, lo sé. Lo que tengo pensado no puede entrar aquí, así que lo decidí publicar así.

Esta es una historia de comedia romántica con un poco de drama, así que no se asusten por el último párrafo.

... O bueno, no tanto.

Se viene el tramo final chicos, me despido.

¡Tengan bonito día, tarde o noche!

MewdynZoldyck.

Crush Dimensional || BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora