Capítulo 05 : La ley de Murphy

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     Si bien Estrella es una niña en pleno apogeo juvenil, la madurez con la que actua es digna de elogio por parte de profesionales académicos.

Sin embargo, esa Estrella está dopada día a día con antidepresivos que la convierten en la muñequita perfecta. Por lo que es solo un cascaron vacío de la original Estrella y la verdadera Estrella es tan imprudente como un niño de diez años al volante.

Eso lo demuestra al chocar seis automóviles, dos autobuses y un camión de carga en plena hora pico en el centro de la ciudad.

—... Nota a mí misma: no sabes manejar pendeja.

     La explosión que sacudió la avenida congestionada de autos bien puede compararse con un sismo de menor grado o una pipa de gas que jugó demasiado cerca del fuego.

El pánico masivo, sin embargo, fue bien recibido por Estrella todavía con las manos en el volante. Las autoridades que dieron rienda a la persecución ahora deben lidiar con las personas corriendo lejos del lugar de la explosión, abandonando sus autos en el proceso y causando más heridos. Así que ahora los perseguidores deberán luchar por encontrar a la actual fugitiva, no solo por la sospecha casi confirmada de que Estrella María Elizabeth Rojas Villanueva es un conductor, sino también por haber robado un auto militar blindado y causar múltiples lesionados e infracciones durante la persecución en menos de una hora.

¿Es necesario aclarar que Estrella no siente ni un poco de culpa?

— Rasputín mintió, no hay música de atraco en la radio. —dijo. Jugando con el estereo y conduciendo con la otra, ignoró el helicóptero de noticias que la viene siguiendo. — Creo que no eran militares... —miró confundida los paquetes blancos en el asiento del copiloto. — Mierda, debí revisar si usaban tenis.

     Frenó de golpe cuando uno de los neumáticos explotó, más como si se hubiera ponchado. Con el espejo retrovisor notó las púas en la carretera y maldijo otra vez.

Aumentó la velocidad sin miedo a la barricada de autos militares como de policías, al mismo tiempo que baja la ventana y saca un brazo con uno de esos paquetes blancos.

— ¡TENGO UNA BOMBA Y SÉ COMO USARLA!

     Una lástima que solo era un paquete de cocaína, pero al menos unos pocos cayeron en la trampa y causaron la distracción suficiente para huir del auto antes de chocar.

No hubo explosiones como antes, solo fuego y mucho ruido. Suma disparos al aire y Estrella consiguió huir de la escena todavía sujetando el paquete de cocaína. Ella cree firmemente que es una bomba.

— Me lleva la chingada... —dijo después de caer por tercera vez. Nunca soltó el paquete y por eso tiene un feo moretón en la barbilla. — ¿Estás bien Asta?

     Como las otras veces revisó la urna, preocupada por alguna fisura en la porcelana o que la tapa salga de lugar. Por fortuna está en buen estado.

Ignoro el dolor en las rodillas y siguió caminando por las abarrotadas calles de la ciudad. Se negó a verificar el nombre de las calles, simplemente avanzó por los lugares más transitados sin miedo a ser reconocida o delatada. El paquete blanco llama mucho la atención, pero es necia. Ella quiere sostener la bomba.

— ¿Suki, estás ahí? —miró hacia arriba, como si fuera capaz de ver a Suki cuando habla. — Bueno, no importa. ¡Adivina qué! —ni siquiera lo dejó hablar cuando siguió diciendo: — ¡Le robe una bomba a unos terroristas!

" ¿¡QUÉ?! "

     Las personas alrededor de Estrella entraron en pánico y en cuestión de segundos todos fueron contagiados, aunque más de la mitad no saben porqué están corriendo.

Estrella por otro lado...

— Chale, ¿Lo dije o lo pensé?

" ¿¡CÓMO QUE UNA BOMBA?! "

— Bueno, es que robe un auto militar-...

" ¿Qu-...? ¿¡CÓMO?! "

— Eso es lo más divertido, los idiotas dejaron las llaves adentro y yo-... —fue interrumpida por una luz desde el cielo. Grandes cantidades de polvo fueron levantados por las hélices del helicóptero, molestando la vista de Estrella. — Creo que están grabando una película en la calle, hay un helicóptero apuntándome con su luz. Por un momento pensé que era bastardo de allá arriba, uff, que buen susto.

     Un puntero rojo recorrió un corto camino hasta detenerse en la frente y solo así Estrella se dió cuenta que no estaban grabando una película.

No terminó de maldecir cuando impactó el primer disparo. Fue una decisión estúpida lanzar el paquete de cocaína al aire, esquivando así la bala, pero que de ser una verdadera bomba hubiera muerto de todas formas.

— Ugg, la bomba no era bomba. Era droga, iu. —tapó la nariz y salió corriendo aprovechando la cortina de humo. — Espera, ¿Eso significa que eran traficantes, no terroristas?

" ¿Que mierda está pasando Koe? " —sin entender lo que su compañero hace, la pregunta salió con un tono lastimero y muy preocupado.

     Esa preocupación escaló a niveles alarmantes cuando la única respuesta que obtuvo fueron maldiciones, quejas y gemidos de dolor.

Estrella es consciente de lo mucho que está asustando a Suki, pero esta más concentrada en correr y ocultarse que en dar una verdadera respuesta.

A diferencia de la primera persecución, fue difícil salir de la mira y no ser herida en el proceso. Las balas son dardos tranquilizantes o balas de goma que todavía duelen como balas reales. Incluso un policía intentó darle con una pistola taser.

Todo sería más sencillo si Estrella llama a un familiar, pero hacerlo significa demostrar que sí es un conductor.

« Aunque, bueno, ya todo se fue al carajo, ¿Qué es lo que podría salir mal? » —pensó.

     Ese día Estrella conoció la Ley de Murphy: si algo puede salir mal, saldrá mal.

Eso se demostró con una repentina caída al vacío, causado por nada más y nada menos que un portal a otra dimensión.

— ¡CARAJO!

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MewdynZoldyck.

Crush Dimensional || BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora