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Todo inició con él en una camilla de hospital.
Semanas de haber sido internado en el hospital, marcaron un antes y un después en la vida de Bakugō.
Cayó en coma ocho días. ¿Clínicamente posible? Tal vez. El mundo no se detuvo, siguió avanzando, sin embargo para él esos simples días los sintió como años.
Fue una tortura.
Aún estando en coma, Bakugō fue consciente del movimiento al rededor. Las enfermeras que entran y salen de la habitación, los médicos que valoran su estado de salud, aprendió el horario del medicamento y también de las visitas. Cada que vienen sus padres él se da cuenta, reconoce a los molestos de sus compañeros y otras personas que poca importancia tienen en su vida social; por supuesto no puede olvidar el molesto ruido que hacen las máquinas conectadas a él. Ayudándolo a vivir.
Hubo días que se veía así mismo en la camilla del hospital. Veía sin asombro los cables conectados a su cuerpo, el aspecto pálido que adquirió aún cuando él es bronceado, lo flácido de sus músculos, entre otras cosas.
Un fantasma.
Bakugō se convirtió en eso tan solo en pocos días, y le dió igual. Para él era divertido ser un alma errante, salió de su moribundo cuerpo por mero aburrimiento. Cada vez que eso sucedía, se dedicó a vagar por el hospital haciendo travesuras, en la sala de enfermeras principalmente. Gracias a la baja temperatura en la que está la mayor parte del edificio, al suspirar o bufar deja un rastro de vaho visible para los demás. Ya se imaginarán la cantidad de veces que hizo eso para asustar a las mujeres, o de las veces que siguió a las estudiantes de enfermería por los pasillos y movió cosas de lugar. Pobre de ellas, pero él la pasó genial en coma.
Lo cual es extraño, porque lógicamente no puede interactuar con objetos sólidos siendo él etéreo. O siquiera salir de su cuerpo sin haber muerto antes. Porque Bakugō Katsuki sigue vivo y un coma no lo va detener de ser el héroe número uno. ¡Que se jodan!
Pero entonces, durante esos días en que solo era él y su consciencia, una voz se manifestó en su cabeza sin permiso.
Alguien más profanó sus pensamientos de forma extraña y constante.
Y vino para quedarse.
La voz empezó diciendo frases pequeñas y sin ningún sentido o significado, apenas entendibles, como los balbuceos de un bebé. Luego se manifestó con más fuerza, más seguridad, en pequeños diálogos internos que no le pertenecen y nunca pensó que los tendría. Poco a poco, cada palabra cobró vida. La voz extraña dejó de serlo y en su mente le dió rostro, personalidad, virtudes, debilidades, etc. Dejó de oír únicamente. Comenzó a sentir la voz.
La llamó Koe.
Fue natural oír una canción desentonada viniendo de ella, apenas cantada. ¿Has oído a alguien cantar en la ducha? Bueno, esta peculiar voz con nombre hace lo mismo, simplemente como medio de aburrimiento, sin preocuparse por sonar bien o al menos decente. De ahí el nombre que le dió.
Era ilógico oír a una chica en su propia mente. ¿Quedó loco por el golpe de Midoriya? Es posible. Pero bendita locura. Como cualquier persona normal, odió oír alguien más divagar en sus pensamientos, soportar lo que esa voz decía o pensaba, como si a él le importará. ¿Entonces por qué ahora sonríe como tonto y espera con ansias oír su voz? La respuesta es sencilla...
Esa voz lo sacó del coma.
El día que eso sucedió, Recovery Girl asistió personalmente a valorar el estado del joven Bakugō.
Vaya sorpresa se llevó al verlo despierto y tarareando una canción desconocida.
— ¡Ya le dije que estoy bien, Obāchan!
— Cállese. —un golpe con el bastón calló a la bestia. — Si yo digo que no, es no. Punto.
— ¡SHINNE!
El golpe que Midoriya dió al cráneo lo perforó por completo. Poco faltó para dañar el cerebro, y eso tiene muy inquieta a la anciana.
Nada de pérdida de memoria, ni daños secundarios al sistema nervioso. Cero problemas.
Está sano.
Está bien.
¿Cómo demonios sobrevivió si perdió más de dos litros de sangre? El pobre e inocente sucesor de All Might ya estaba juntando dinero para el funeral de su mejor amigo y casi que renuncia a ser el héroe número uno, todo porque creyó que mató al joven Bakugō en un accidente.
Pero el desgraciado está bien. Vivito y coleando.
— Bakugō–chan. —llamó con suavidad. — Usted debió tener muerte cerebral, pero está bien. No hay daño al cerebro, y los huesos del cráneo no tardaron en sanar. Tampoco perforaron o dañaron el órgano cerebral. ¿Cómo lo hizo?
— ¿Y yo que voy a saber?
« No lo sé, pero este niño se salvó de una muerte temprana » —pensó la anciana.
— Hay que vigilar al jovencito las veinticuatro horas del día, por un mes completo. —informó al médico de cabecera de los Bakugō, de paso también a los padres. El hospital los llamó y ellos no tardaron en aparecer. — Tiene que estar en reposo absoluto.
— ¿¡Qué?! ¿POR QUÉ?
— Nada de entrenamientos. —lo ignoró. — Reposo absoluto. —volvió a recalcar, golpeando con el bastón otra vez al gritón. — Sobrevivió de milagro. Este jovencito vivaz tiene mucha vida por delante, si aún quiere ser un héroe no dañará innecesariamente el cuerpo, ¿verdad? —gruñó un poco, pero Bakugō terminó aceptando.
« Tengo que saber cómo lo hizo. Se ve demasiado bien para ser verdad » —pensó de nuevo, preocupada por él.
— Los medicamentos que se te darán conllevan efectos secundarios, mucho cuidado. Cualquier síntoma molesto, hazlo saber inmediatamente a tus padres. ¿De acuerdo?
A la fuerza, lo dijo en voz alta. — Sí obāchan.
— Que lindo jovencito.
— YAH. SHINNEEE.
A pesar de lo que Recovery Girl dijo, Bakugō no presentó ningún síntoma secundario que dañe su sistema. Salió perfecto en los exámenes y su estado de salud mejoró considerablemente, como si ese golpe al 50% del One for All fuera una simple caricia. Como un pañuelo de seda queriendo cortar porcelana.
El rubio literalmente se burló de la muerte.
— Este niño es un monstruo. —se lamentó la anciana, firmando el permiso para volver a los dormitorios de U.A.
Lo interesante comienza ahora.
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MewdynZoldyck.
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Crush Dimensional || BNHA
FanficDurante un entrenamiento en U.A., Midoriya golpeó accidentalmente a Bakugō en la cabeza. PD: Una advertencia tardía -un poquito [mucho] tarde- por palabras fuertes, o groserías, o lenguaje vulgar, como quieran decirle. Advertencia válida después del...