Maratón 3/?
Emilio.
La semana comienza de otro color, pues Bondoni parece amoldarse un poco más y está libre de castigos por ésta semana, hasta nuevo aviso...
Así que sin supervisiones de castigos, fuí al entrenamiento de natación de los reclutas para ver cómo iban y para dar indicaciones especiales.
Para el almuerzo me reuní con mi padre y le pasé unos cuántos informes para que estuviese al tanto de todo lo que sucedía.
Karol almorzaba con nosotros. En realidad tendría que almorzar con los demás Cabos pero ya se había hecho costumbre que ella almorzara con nosotros. Apesar de todo lo sucedido, ella se llevaba bien con mi padre.
Cuándo mi papá terminó de comer y nos dejó a solas, la situación se puso un poco más tensa. Ella y yo ya no hablamos cómo antes.
Pero cómo se supone que somos gente madura hablo para romper la tensión.
— ¿Cómo vá el grupo?
— Bien, es decir, todos son delincuentes... saben por lo menos dar un puñetazo. — dice ella revolviendo sus lentejas.
— Me imagino. — asiento.
— Excepto esa niño rico, dá tanto asco cómo siempre. — su tono de voz es venenoso. Ni siquiera tengo que preguntar si es que Joaquín le cae bien.
— Bueno, obviamente no es cómo los demás. Aunque debes admitir que no siempre dá asco...— añado — aún no sé cómo es que pudo hacer el circuito de combate. Es tan flojo para las flexiones, pero aún así es rápido.
— Tú siempre tan optimista. — dice rodando los ojos.
— No me cae bien, pero creo que está mejorando.
— Claro, seguro que lo detestas — noto sarcasmo en su oración — cómo el sábado pasado, por ejemplo, que lo acompañabas a su barraca tan caballero y amable.
Suelto el tenedor y la miro fijamente — ¿Tú me seguías?
— No.
— Mira Karol, creo que las cosas entre nosotros quedaron claras. No tendría porqué estar aguantando ésta escena de celos estúpida.
Lo que me faltaba. Que crean que el odioso me atraía.
La situación me deja sin hambre así que dejo mi plato y me levanto con bandeja y todo para irme.
Las cosas no están tan bien con Karol. Nuestra relación no quedó en buenos términos después de separarnos y me sorprende que actúe cómo una adolescente cuándo en realidad tiene 2 años más que yo.
No me pregunten que fué lo que le ví porque hasta yo me lo sigo preguntando, primero fué una persona y luego cambió completamente y se puso obsesiva y celosa y eso que aquí abundan más los hombres que las mujeres, pero aún sigue con celos estúpidos creyendo que soy de su propiedad. Al diablo con todo, no necesito mujeres ni hombres porque sí soy bisexual, aunque muy pocos lo saben.
Volví con los chicos de Natación, que era el grupo de Kiko para seguir ayudándoles, pero apenas llegué, vino alguien a avisarme que dos personas estaban peleándose y agarrándose de los pelos.
El grupo se puso alerta y quisieron ir a ver todos, pero los reprendí y les dije que se quedaran en el agua, el que saliera se quedaría parado afuera de la barraca en calzoncillos toda la noche.
Lo primero que pensé fué que Grecia estaba matando a Joaquín y con la fuerza y la altura que tiene Grecia me asusté aún más y apuré el paso.
— Si le dá un golpe muy seco, lo mata.— pienso aún más asustado, sabiendo que Joaquín aún era un desastre.
Era obvio que una de las partes involucradas era Joaquín, ya tenía una enemiga mortal y el primer día casi lo desfiguran de un golpe. Lo que fué una sorpresa fué que en vez de ser Grecia fuera Karol la que estaba pateando en el piso a Joaquín.
Una furia vino a mi. No lo estaba golpeando por un castigo, lo estaba golpeando por desquitarse por la discusión de ésta mañana.
— ¡Qué carajos sucede aquí! — grito al ver cómo Karol seguía pateando a Joaquín aún cuándo él ya no podía defenderse.
Karol deja de hacer lo que hace y me mira sorprendida. Minetti agarra a Joaquín y lo levanta del suelo abrazándolo.
Algo me dice que hay una pequeña aventura entre éstos.
— Cabo, suspendido hasta nuevo aviso. Retírese.
Karol me mira atónita.— Pero...
— ¡LÁRGUESE!
Luego del escándalo, Minetti ayuda a Joaquín a llegar a la enfermería. La verdad que cada vez que Joaquín está en apuros él lo carga y lo cuida cómo si fuera una joya.
— Gracias Leo.— responde casi en susurro.
— De nada mi fifí bonito.
¿Fifí bonito? Ah. Bueno.
— Marinero Minnetti, puede retirarse. — digo desde la puerta para que noten mi presencia.
— ¡Señor, sí, Señor! — responde con el protocolo.
Murmura algo en su oido y él asiente con una sonrisa débil.
Ésto es realmente incómodo para mí. Al parecer estoy de mal tercio.
Lo miro cuándo se retira. Pensé que era un chico más inteligente, pero al parecer le gustan los odiosos.
Antes de decirle algo, lo examino rápidamente. Un gran golpe cerca del ojo que se verá cómo un lindo morado por varios días. Un poco de sangre en la comisura de sus labios, pero parece ser lo que menos importa. Sus nudillos super lastimados. Realmente nunca ví nudillos tan lastimados cómo esos. Y seguramente tiene más golpes debajo del uniforme, pero no me corresponde ver esos.
Hombre de honor, recuérdalo siempre.
Viéndolo de esa manera, realmente no me gusta. Por más de que sea un odioso egocéntrico malcriado niño mimado, se vé para la mierda. Y me dá más lástima aún sabiendo que Karol ha sacado ventaja de sus conocimientos y él no ha aprendido a dar un golpe para defenderse. Después de ésto iría a buscar a Karol y a dejarle claro un par de cosas.
Tomo la caja de lata en la que guardamos un par de bolas de algodón y un par de pinzas para comenzar a limpiarle. — No me sorprende que no pasaras ni un día sin meterte en problemas.
Seguimos......
Hasta el próximo capítulo AlbertXioW.
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¡Señor, Sí, Señor! // Adaptación Emiliaco
Fanfiction"- ¿Qué tú hiciste qué? - grito. - Estás demente, hombre." Joaquín Bondoni tenía la vida perfecta. Todo lo que pudieran imaginarse: Autos, motos, la mejor ropa, los mejores zapatos, un cabello rizado y largo esplendido y uñas bien pintadas. Claro...