CₐₚÍₜᵤₗₒ ₂₀. ᵤₙₐ ₙₒCₕₑ Dₑ Cₒₚₐₛ

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Entramos a un club, el cuál parecía ser uno de los más concurridos. Había música country, obviamente siendo Texas no podía faltar la música country, pero el ambiente era lindo. Muy distinto a lo que podría ser las noches de copas de Las Vegas.

Los 3 nos sentamos en una barra y comenzamos nuestra noche de copas, baile y diversión. Colocan un par de canciones conocidas y luego el género vá variando y comienzan a pasar electrónica.

Pasan al pop y Leo y yo comenzamos a bailotear en nuestras butacas. Morti sólo se ríe y observa el panorana.

Pedimos nuestro segundo trago. La verdad que un poco de alcohol no vendría mal en ayudar a soportar las contracturas y golpes que tengo.

A Morti la sacan a bailar y ella nos mira con cara de asombro, pero igual se vá con el muchacho. Que mal no se vé, dicho sea de paso. Leo y yo bailoteamos y tomamos nuestro tercer trago.

Para entonces, tomo la mano de Leo y comenzamos a bailar cerca de la barra de tragos mientras nos reímos de cómo Morti trata de bailar al ritmo de su nuevo amigo.

Leo y yo nos vamos por el cuarto trago. A éstas alturas me siento muy ligero y de milagro no he logrado caerme con las sandalias que me regaló Emilio. Entonces recuerdo cómo el estúpido y sensual del Sargento me hizo trampa para volver a dejarme castigado y me río diciendo en el aire. "Te gané Emilio Osorio, Joaquín siempre consigue lo que quiere". Leo ríe y me vuelve a dar una vuelta en la que quedamos un poco juntos, pero luego hace un paso de baile, sosteniéndome de la cintura y reclinándome hacía atrás. Puedo notar en su rostro que también está ligero, pero aún así consciente. Entonces me incorporo y pedimos el quinto trago.

Bailamos y la música cambia. Ponen música ochentosa. Bee Gees, Cindy Louper, Spice Girls, Club Culture con el Karma Chameleon y Abba. Leo y yo damos vueltas en el lugar llamando la atención de varias personas bailando, tanto que comenzaron a separarse y darnos espacio mientras se reían de nuestras coreografías ridículas.

Vamos por el sexto trago.

La cosa se pone aún más candente cuando ponen a Shaina Twain con Man! I feel like a woman. Leo me ayuda a subirme a la barra de tragos y luego se sube él entonces las chicas que están mirando gritan y piden que le abra la camisa.

Juro que nunca pensaría en hacer éste tipo de showcitos, pero hace 1 mes que estoy encerrado en ese cuchitril, otra cosa que no tenga que ver con la Marina ó estar obedeciendo órdenes me viene bien.

Claramente ya voy por mi séptimo trago, entonces dejo la copa y comienzo a abrirle uno por uno el botón de la camisa que lleva mientras él se mueve sensualmente y a medida que comienzo a sacársela, él se vá rotando para que sus admiradoras lo vean y deliren.

Le saco por completo la camisa y mientras el bailotea y gira por el aire su camisa, yo me pido el próximo trago que ya ni sé cuál es.

Él pasa su camisa por encima de mi cabeza y la hace encajar a la altura de mis hombros, atrayéndome hacía él mientras baila sensualmente.

Pasan la canción Pony de Ginuwine, característica de la película de Magic Mike y la temperatura sube a mil. Leo con su abdomen todo trabajado y sudado se mueve cuál Channing Tatum tratando de imitar a la película y las chicas se vuelven locas.

Nos bajamos y bailamos entre la gente.

La música hot sigue sonando y los 2 estamos fuera de sí. Morti debe andar con su nuevo chico y hemos quedado él y yo.

Entonces los tragos que seguimos tomando comienzan a afectarnos y terminamos bailando demasiado pegados. Nuestras respiraciones mezclándose.

Leo me dá media vuelta y comienza a pasar su nariz por mi cuello mientras sigue bailando. Yo sólo me río, pero dejo de reirme cuándo a lo lejos veo una cabeza rapada, unos ojos molestos y su cara tan única.

¡Señor, Sí, Señor! // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora