Cₐₚíₜᵤₗₒ ₄₈ - Cₕₐᵣₗₐ

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Al regresar a casa, me encuentro la misma soledad de siempre. La depresión me vá a invadir si me quedo aquí, así que la idea de irme a Texas y vivir allí la tengo más presente que nada.

Marco el celular de mi padre y espero a que atienda.

— Joaquín, ¿Volviste de tu viaje?

— Sí, hace media hora.

— ¿Te divertiste con tu amiga de Texas?

— Sí, pasamos una linda semana. También visité al Subteniente Osorio.

Suspira.— Joaquín, ¿quieres venir al casino? Tenemos que hablar.

— Está bien, iré en minutos.

Dejo mi bolso en mi habitación y bajo a buscar las llaves de mi auto.

Carla me dá paso a la oficina de mi papá y entro dejando mi cartera en el sofá que tiene ahí en su oficina

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Carla me dá paso a la oficina de mi papá y entro dejando mi cartera en el sofá que tiene ahí en su oficina.

— Llegaste.

— ¿De qué querías hablar?

Él deja de lado lo que está escribiendo y me mira — de nosotros Joaquín.

— Bueno, no hay mucho que hablar. En realidad no hay nada.

— Y por eso mismo. No tenemos relación.

— ¿Y eso es culpa de...? — me cruzo de brazos.

— Joaquín, tú crees que es muy fácil manejar un casino ¿No es así?

— Papá, sé que nada es fácil. No es fácil tener un negocio, hacer una casa ó conseguir un trabajo. Pero después de que se fué Elisabeth prometiste que me cuidarías y que seríamos tú y yo. Y al final terminé siendo yo sólo por un lado y tú aquí en el Casino. No pudiste mantenerle la promesa a la única persona que estaría a ahí para tí... entonces al parecer era más difícil para tí darle 1 hora de atención a tu hijo que dejar 1 hora el Casino en manos de Carla.

— Yo... — Calla abruptamente y luego me mira.— lamentablemente no tomé buenas decisiones.

Es ahora ó nunca.

— Papá, quiero irme a vivir a Texas.

Él me mira sorprendido.

— ¿De verdad quieres irte?

— ¿Qué otro caso tendría quedarme aquí? Tú trabajas, estoy sólo en casa. Podrías vender la casa y comprar un apartamento. Así no tendrías que pagarle a las empleadas y tendrías tu propio espacio para cuándo volvieras a dormir.

— ¿Y en dónde piensas quedarte allá?

— Morti me dijo que podría quedarme en su casa, por lo menos hasta que consiga otra cosa. Y planeo buscar trabajo así no tienes que mantenerme.

— Joaquín, eres lo único que me quedas después de que tu madre se fué.

— Tú también eres lo único que me queda. ¿Pero qué crees que es lo mejor para los 2?

¡Señor, Sí, Señor! // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora