Nuestro secreto
Lilith
Golpeo con mis dedos el estuche de mi violín involuntariamente desde la sala de espera de FireMusic University, ciento de jóvenes esperan a mi alrededor para diferentes exámenes.
Mi estómago se contrae mientras recuerdo las notas de la presentación de hoy.
Muerdo el interior de mi mejilla sintiendo el sabor metálico entre mi lengua cuando una chica con tutu rosa pasa corriendo frente a mí y se congela al verme, el terror pasa por su cara.
Alyssa una de las jóvenes bailarinas de uno de los prostíbulos más exclusivos de nosotros me mira aterrada. Levanto una mano para saludarla pero sale corriendo en otra dirección.
¿Qué demonios hace aquí y por qué su cabello luce distinto?
—Lilith Fiore—anuncian haciendo que me levante como resorte—entras en dos turnos más—camino a lado del hombre—. Solo responde lo que te pregunte, por nada del mundo hagas preguntas.
"Mantener la frente en alto y en silencio. Solo responder cuando me preguntan"
Un escalofrió se apodera de mi recordando las palabras de mi madre.
Asiento mientras el chico se lleva la mano a su cabeza agotado
—Los resultados serán enviados personalmente a tu hogar en caso de ser seleccionada.
Me coloco a lado de las grandes cortinas del auditorio escuchando como un chico toca perfectamente el piano hasta que por unos milésimos de segundos se equivoca.
Respiro bruscamente cuando mis manos comienzan a sudar por los nervios, juego con el pequeño dije de mi collar por un rato hasta que tengo que abrir mi estuche para sacar mi violín verde esmeralda.
Regalo de Asmodeo.
—Lilith Fiore—gritan haciendo que avance.
Las luces me ciegan pero continúo caminando.
No tropieces. No tropieces.
Al llegar me posiciono a lado del piano, puedo obtener una mejor vista desde aquí, en la tercera fila se encuentran solamente seis personas en todo el recinto.
Observo todo a mi alrededor al no estar acostumbrada a estar sola tanto tiempo, los chicos siempre suelen estar merodeando por ahí pero esta vez me encuentro sola en este gran escenario frente a desconocidos.
—Nombre de la pieza a presentar—pide un hombre calvo.
—Carol of the Bells—hablo claro y fuerte mandando al carajo mis nervios.
Mentira, los perros nervios se apoderan de mi cuando una mujer habla:
—Tienes un minuto.
La canción dura tres minutos.
—Si tienes talento lograras cautivarnos con ese minuto, no necesitas más—agrega otro hombre en una voz más tranquilizadora.
Sujeto con fuerza el arco con mi mano derecha colocando mi mentón en la barbada.
Inhalo hondamente deslizando mis dedos con la que sujeto el arco a la altura de las efes haciendo pequeñas notas. Con mis dedos de la mano derecha los deslizo por las cuerdas.
Exhalo cerrando los ojos andes de deslizar el arco por la cuerdas dejando llevar.
Carol of the Bells había sido una de las primeras canciones que toque con este violín, había sido mi favorita me llenaba de paz y tranquilidad, hasta que Aamon lo dio un nuevo sentido aquella noche que me encontró tocando las notas más rápidas.
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Cadenas de fuego
ActionLos Levard, un apellido respetado y temido durante años entre los hombres de la mafia. Después de una captura por parte del gobierno Sueco hacia los capos más importantes es el turno de que los herederos tomen el poder ¿El problema? Les arrebataron...