Cadenas de fuego

5.- No abrazo a desconocidos

No abrazo a desconocidos

Lilith

¿Porque nadie me advirtió que el primer día de clases era una mierda?

Llevo dos clases y ahora entiendo a Paimon. Golpeteo el cuadernillo con mi lápiz. La profesora continúa explicando sobre la historia de la música y el arte. Pense que asistir a la escuela era divertido pero por el momento muero de sueño.

Hasta ahora he notado que todos compartimos clases con diferentes compañeros de danza, instrumentos, de voz que también son de distintos niveles lo cual lo hace más interesante y no tengo que ver las mismas caras de siempre.

Todo lo que la profesora a dicho lo he sabido desde los seis años con maestros privados en Italia, era mi obligación a esas alturas saber qué era lo que deseaba ¿una locura, no? Era aprender sobre pinturas y dibujo, jardinera, repostería que eran las más populares entre las jóvenes de mi edad pero como siempre elijo lo que nadie escoge.

Música.

Al termina la clase me dirijo a otra donde se encuentra un grupo de tres chicas. La rubia alta hermana de Levi, una morena de mi estatura y una castaña con una piel exageradamente bronceada casi de color naranja.

¿Su piel se encontrara bien?

Dejo caer mi bolso sobre la silla de un escritorio pero la castaña la lanza al suelo.

—¡Que demonios!—murmuro

La tomo del suelo frunciendo el ceño pero ella vuelve a ser lo mismo.

—Es mi lugar acaso no entendiste el mensaje a la primera—ríe haciendo que su grupito la imite.

—No estés jodiendo tan temprano Trys—Alyssa entra al aula tomando el bolso de la castaña lanzandolo lejos armando la tercera guerra frente a mi.

Gritos, maldiciones, veo algunas manos queriendo golpear a otra pero son detenidas por la voz de los maestros al entrar.

La castaña toma su bolso de mala manera lanzando una maldición pero la mirada de la rubia cae en mi pecho frunciendo su ceño hasta que parece que su cerebro hace conexión y me sonríe de forma ¿agradable? sentándose en otro escritorio.

—Gracias— susurro sentándome detrás de Alyssa.

—La princesa dando gracias—murmura muy bajo—. Vaya de seguro es mi día de suerte.

—¡Shhh! quedamos en guardar el secreto—me acerco más a ella casi poniendo todo mi cuerpo sobre la mesa de mi escritorio.

Ella ríe bajo

—Tranquila muchas aquí se toman el apodo muy personal—se gira un poco—. Por ejemplo Trys es la princesa del drama—sonríe levemente haciéndome reír también.

La clase continua como el resto de las demás, al finalizar mi horario de clase debo dirigirme a mi casillero para guardar el violín.

—Hola tranquila—susurran detrás de mí haciendo que pegue un brinquito.

Me giro para observar al mismo chico de ayer con su uniforme para entrenar y una bolsa deportiva colgando de su hombro.

—¡Hey! hola—saludo

—Entonces ya eres parte de FireMusic ¡Bienvenida! —abre sus brazos tiernamente esperando un abrazo pero no lo hago.

—Gracias—bajo la mirada sintiendo el rubor acumularse en mis mejillas—. No suelo abrazar a extraños.