Los Levard, un apellido respetado y temido durante años entre los hombres de la mafia.
Después de una captura por parte del gobierno Sueco hacia los capos más importantes es el turno de que los herederos tomen el poder ¿El problema? Les arrebataron...
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El sabor de un ángel.
Lilith
Observo como todo el lugar luce más elegante como de costumbre, ¿esculturas de hielo? Eso es para gente rica, aquí hay figuras de oro, lámparas de diamantes, comida muy exótica de todos los países, artistas que deben su fama gracias a los hombres que pertenecen al mundo criminal, presidentes, gobernadores, hombres de la casa blanca y el parlamento.
Aquí hay cosas y personas que jamás nadie ha visto en alguna otra fiesta de algun otro capo, todo esto lo hace Aamon para demostrar ante todos el nivel del poder que manejan los Levard.
Demostrando que si lo quiere, lo obtiene a cualquier costo.
Si lo obtiene, lo mejora.
Lo mejora, lo invierte triplicando sus ganancias.
El caesars palace luce como nunca lo ha hecho, ha sido cerrado en su totalidad, todas las habitaciones son ocupadas por los hombres y sus familias de la Cosa Nostra.
¿Los turistas?
A quien demonios les interesa, el caesars palace fue construido por algun ancestro de los Levard con un único propósito, siempre celebrar las ceremonias de iniciación de la Cosa Nostra y más aun cuando estamos hablando de alguien de la linea directa de sangre Levard.
Hay francotiradores por todos los edificios de Las Vegas, la policía, solo la parte de los corruptos y vendidos están haciendo guardia con las calles cerradas por peticiones del presidente las cuales son ordenes directas de Aamon el cual siempre soborna a los gobernantes.
Camino hacia el salón, las puertas altas y violetas se abren en par haciendo que varias miradas se dirijan a nosotros.
Aamon se coloca a mi lado derecho luciendo una tranquilidad profunda y letal.
Asmo sonríe a mi izquierda ante todos con su traje carísimo hecho especialmente a la medida a juego con el vestido de Alys.
Paimon se coloca a la derecha de Aamon luciendo un poco tímido al recibir demasiada atención pero lo disimula inmediatamente.
Las mujeres miran en mi dirección. Muerdo mi mejilla esperando todo tipo de comentario hacia mi piel marcada como de costumbre pero solo escucho murmuros sobre el vestido, mi cabello natural y como mis ojos se ven profundamente violetas.
Enderezo mi espalda y levanto el mentón cuando Asmo me ofrece su brazo para continuar caminando con seguridad.
Obligo a mis ojos a mirar al frente para no voltear a buscar a cierta persona pero fracaso en el intento y por primera vez el mira en mi dirección haciendo que el calor suba desde mi cuello hasta mis orejas aun sin olvidar el asalto de hace unos minutos donde el mantenía su mano dentro de mi.
