26.-Sono pazzo di te

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ADVERTENCIA CAPITULO EXTRAPOTENTE  AL ESTILO WONKA EL MAS ESPERADO DISFRUTENLO :) LES AMO

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Cada vez que escribo estos capítulos mágicamente casi nadie comenta... SOSPECHOSO

COMENTEN MUCHOOOO!!!


Sono pazzo di te: ‹‹Estoy loco por ti››

Lilith

Un nudo de angustia se instala en mi abdomen, mi flujo sanguíneo esta tan desenfrenado que aun puedo escuchar los latidos de mi corazón en mis oídos.

Aamon se encargó de todo como siempre sobornando a la policía metropolitana de New York mientras salíamos por una puerta trasera para no ser vistos.

Llevamos una hora en el edificio Levard exactamente en el piso de Asmo donde Paimon es atendido por el médico de la Cosa Nostra.

Mi cuerpo esta pegajoso, tengo nudos en mi cabello, tallo mis manos queriendo quitar la sangre seca de mi piel pero fallo en el intento.

Aamon ha estado inquieto, la preocupación por su hermano menor se extiende pero lo disimula muy bien, lo sé por su pequeño tic de apretar sus puños a sus costados y mantener la mirada en el suelo fijamente sin mirar a su entorno.

El doctor sale de la habitación haciendo que suspiremos de alivio.

—Tranquilos, solo son heridas superficiales. Nada que preocuparse

Entrega algunos medicamentos a Lizzie antes de desaparecer a la cocina de nuevo.

—El no despertara hasta mañana acabo de sedarlo para que descanse correctamente—camina hacia mí pero Aamon lo sujeta del hombro firmemente—, ¿quieren que revise alguna herida o molestia?

Inspeccione mi cuerpo cuando venía en el auto, no tengo heridas graves, solo raspones y algunos moretones en mi piel.

Niego rápidamente solo quiero darme una ducha.

—Asmo quedas a cargo.

Manda Aamon levantando la mirada manteniendo sus ojos jodidamente dilatados, las venas de su cuello se marcan con brutalidad como si se estuviera conteniendo a explotar frente a todos.

Por un momento pienso que caminara en dirección a la habitación de Paimon pero en cambio toma de mi mano firmemente frente a todos llevándome de nuevo al ascensor.

Nadie habla, nadie hace ningún ruido.

El elevador sube mientras me quedo mirando detenidamente la L de oro en las puertas antes de abrirse en su piso mostrando el enorme departamento lujoso con terraza y vista panorámica de las luces de todos los edificios de New York de noche por sus ventanas de cristal.

Cadenas de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora