Cadenas de fuego

35.- Capo, Princesa

Capitulo dedicado michelcastellano para  gracias por  ayudarme a crear al capo venezolano <3 no se que hubiera sido de mi sin tus dichos, frases y características <3 gracias

¿Preparadxs? 

Advertencia este capitulo contiene violencia, sangre y asesinatos...

Capo, Princesa

Lilith

Bajo del auto con mi vestido dorado con escote en v, cubro mis brazos desnudos con un abrigo de peluche el cual cae en mis hombros y sin olvidar mis zapatillas de tacón alto haciéndome lucir mucho más alta de lo que ya soy.

Nicolás se molestó demasiado al ver cómo iba vestida haciendo que sus hombres me miraran con asombro.

¿Perdió la cabeza? La perdió por largos ratos.

Y no voy a negar que disfrute el momento.

"—¡Cúbrete esas cicatrices horrorosas y todo lo que muestres de piel! —bramo con impotencia señalándome—. Si alguien le dice a tu futuro esposo como vas vestida no va a querer cerrar el trato con nosotros.

—Yo no te pido que te cubras tu rostro ¿o sí? Y eso es más horroroso que mi piel marcada—me encojo de hombros—. Piel que tú te encargaste de marcar noche tras noche".

Paimon se mantiene a mi lado fingiendo tener asco hacia mí.

Como es de esperarse ambos autos se detienen en medio de un estacionamiento subterráneo, la única luz que hay en este momento es el de los faros de todos los coches que rodean el lugar neutro que eligió el capo.

Volteo a ver a Paimon por una fracción de segundos mientras yo sostengo con fuerza el bolso en mis manos.

Fabrizzio baja del otro auto cuando el capo de la Cosa Nostra se detiene frente a nosotros.

Y como es de costumbre el espera algunos segundos para bajar del auto lentamente sosteniendo su arma a su costado luciendo letal casi como siempre pero esta vez se mira más grande, más fuera de sí, es como si estuviera esperando cualquier paso en falso para armar una masacre.

Entonces abro la puerta bajando lentamente caminando en su dirección.

Sus hombres y los nuestros levantan sus armas de inmediato y eso no me detiene en continuar mi camino hacia el.

No paso por alto la manera en la que su mirada recorre cada centímetro de mi piel poniéndola arder en fuego en cuestión de segundos haciendo que enderece mis hombros y levante el mentón ante su reacción.

Pasa su pulgar por sus labios mientras mete su mano en uno de sus bolsillos delanteros.

Observo como Nicolás nos detalla con atención sin perderse ningún detalle de nuestro encuentro.

—Supongo que esto te pertenece—decido ser la primera en hablar.

Uno de los hombres saca a Paimon del coche bruscamente arrastrándolo hacia mi, el cual sujeto del brazo de inmediato antes de asentir en su dirección y mantener la mirada en el capo para lanzarlo de rodillas a sus pies disfrutando el momento de tensión.

La cara de Aamon se contrae mientras Asmo sale rápidamente del auto tomándome por sorpresa ayudando a su hermano a colocarse de pie.

Los tres Levard me miran, uno con odio, uno confundido y el otro esperando que el plan funcione.