38.- Una loca inteligente

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Preparen sus gritos y lagrimas que se viene más fuerte que el de ayer!!!!

Este es el ultimo capitulo antes del final así que GRACIAS POR TANTO Y DISFRUTEN EL CAP

Voten & comenten mucho, les quiero. Chao <3

Esta es la parte II del capitulo de ayer


Una loca inteligente 

Aamon Levard

Mi abuela.

Nonna.

Está muerta.

Observo el jardín con impotencia.

Mi respiración está tranquila pero los demonios en mi cabeza no obtienen suficiente, asesine a veintidós hombres hace unas horas, sin mis guantes.

Su sangre mancho mi piel hasta que mis nudillos comenzaron a sangrar y no me detuve, me aprendí sus rostros, sus nombres, sus últimas miradas y palabras antes de apoderarme de sus últimos alientos.

Aprieto mis nudillos rotos infligiéndome dolor pero no siento absolutamente nada.

No es suficiente, no lo es para mí. Nadie, ni nada regresara a la vida a nonna.

Llevo la tercera botella de bourbon a mi boca, el líquido ni siquiera quema mi garganta. Nada puede deshacer el nudo que llevo atorado desde hace horas.

Unos brazos delicados con una mano vendada me rodea por la espalda haciendome suspirar dolorosamente.

Ni siquiera la sentí.

Mi cuerpo esta tan acostumbrado a su presencia que simplemente ya ni me advierte cuando está cerca de mi perímetro.

Me aferro a sus brazos, me giro rozando con mis dedos su rostro pálido, sus ojos lucen rojos donde estuvo llorando hace unas horas sin que nadie la viera, retiro un mechón de su cabello cuando jadeo internamente.

No puede dejar de joder al menos una hora.

Su horroroso cabello rubio falso imitación barata aparece a la vista y me veo obligado a apartar a Lilith antes de que sea muy tarde.

—Eres tan tonta en pensar que puedes estar con un capo con Aamon, ¿tan fácil eres de engañar?—Eva camina hacia Lilith tirando veneno.

—¡Basta! —grito cansado de toda esta mierda.

Lilith dice algo pero mi cabeza pulsa con fuerza que no logro escuchar con exactitud, solo sé que abandona el lugar muy molesta.

Camino hacia mi despacho y Eva sigue mis pasos.

—Lamento lo de tu abuela—se queda de pie en el umbral de la puerta sin entrar a mi despacho mientras yo me dejo caer en el sofá pesadamente.

—Como sea ya está muerta.

—Aamon—murmura.

—Uhmm—llevo mis manos a mi cabeza.

—¿Cuánto has bebido?

—No lo sé, ¿Te importa?

¿No? ¿Sí? Jodete, si Lilith no me dice nada tú no eres nadie para decírmelo.

—Creo que has bebido lo suficiente.

No lo suficiente para que desaparezcas de mi vista.

Se queda como estatua en el mismo lugar. Dejo caer mi cabeza en el respaldo del sillón cerrando los ojos.

Cadenas de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora