Epilogo extendido

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SUPER IMPORTANTE, TERMINANDO EL EPILOGO HAY UN APARTADO DE NOTAS (HAY ALGUNAS SORPRESAS POR AHÍ)

¿Listxs para despedirnos?

No olviden comentar y votar.


EPILOGO EXTENDIDO

Aamon Levard

Dos años después...

La seguridad es triplicada en cuestión de segundos cuando Asmodeo y yo bajamos del helicóptero. Cunnart se encuentra a unos metros de distancia mientras mis hombres se dispersen por el lugar

—¿Ya se encuentra aquí? —pregunto sin perder el tiempo.

Volamos en mi jet privado desde New York hasta Las Vegas en cuanto Cunnart nos dio la información que necesitábamos pero por tanto tráfico tuve que tomar el helicóptero. Mi esposa tiene una presentación en unas horas y no estoy de humor para perder el tiempo, necesito arreglar esto ahora mismo.

—Están dentro—responde caminando sin levantar la vista de su ipad.

Pasamos directamente por los corredores principales de su mansión. Mansión que le regale hace años por realizar uno de los cargamentos de armas más exclusivos para la Cosa Nostra, así que sí, conozco este lugar como la palma de mi mano.

Unos hombres se detienen en las puertas cuando mi hermano y yo compartimos una mirada dejando entrar a el primero.

—¿Que está sucediendo? —pregunta la chica acercándose a Cunnart.

—Hay alguien que quiere verte—responde sin apartar la vista del aparato.

La puerta se abre de nuevo dejándonos entrar, Asmodeo camina cómodamente como si estuviera en una maldita pasarela, lo observo detallar a la chica cada rincón de su cuerpo detalladamente queriendo incomodarla pero no lo consigue.

Levanto la vista observando primero la cara del hombre que cubre a la chica con un movimiento rápido y protector llevándola detrás de él levantando sus dos armas en mi dirección, tengo que morder mi lengua para no reír.

¿Quién ríe ahora imbécil?

Nuestros hombres entran de inmediato apuntando en su dirección, de reojo observo al otro hombre de cabello rojo apuntándome detrás con su arma pero finjo no verlo.

—Tranquilos—mi voz dura de capo hace que retrocedan levemente—. No hace falta que lleguemos a estos extremos.

—Cunnart — saludo saboreando el momento—. General Crawford nos volvemos a ver—la comisura de mi labio se eleva en burla y él lo sabe.

—Levard—gruñe Crawford sin bajar el arma.

Frente a mi yace la hija del presidente, Belle Waldorf y confirmo todo lo que las noticias y medios hablan sobre ella.

Es como si estuviera viendo a una maldita muñeca de carne y huesos de piel hermosa, muy baja estatura, cabello rojo con rizos salvajes y largos pero sobretodo unos ojos esmeralda casi igual que los míos. Pero claramente los míos son mil veces mejor.

Nunca la había conocido en persona, y no supe de su existencia hasta aquel día donde su madre murió en un extraño y aparatoso accidente automovilístico, después lo único que supe fue que ella desapareció del mapa durante unos largos meses.

Su regreso fue lo que más hizo ruido en mí, lo hizo a causa de Paolo nuestro hacker quien ahora solo hace trabajos a distancia sin involucrarse personalmente al no querer despegarse de la hija del presidente. Su mejor amiga.

Cadenas de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora