Cadenas de fuego

23.- Era una chica Italiana

Primero que nada quiero aclara que no busco ofender a nadie con este capitulo, segundo al final en notas dejare algunos links por si alguien necesita o conoce a alguien que requiera apoyo o conocer más sobre instituciones o programas de asistencia social.

Era una chica italiana

Lilith

Alu termina de secar mi cabello y ambos sonreímos cuando vemos el resultado a través del espejo.

Mi rubio natural está de regreso.

Alys se encuentra en un sofá jugando con mi serpiente Sidra mientras come boca abajo mirando las cajas que yacen en mi cama.

No tengo idea de cómo logre convencer a Aamon para que pudieran entrar a la mansión pero lo logre.

Alu continua arreglándome mientras se burla de ella ya que se esconde de Asmodeo en el baño cada vez que el entra a mi habitación.

La última vez que entro dejo tres cajas de sus diseñadores favoritos donde uno de ellos era un traje hecho a la medida para Alu y el otro un vestido negro y hermoso para Alys con todos sus accesorios.

—Ya basta—se gira Alys sonrojada cuando nos muestra el contenido de la tercera caja.

Ropa interior muy sensual.

Demasiado sensual.

—Mejor porque no convertimos en el tema principal a Alu—lo señala—, ya que anda muy payaso conmigo.

Todos reímos mientras Alu pone los ojos en blanco.

—¿Cómo te has sentido todos estos días? —pregunto mirando por el espejo.

—Cansado—bufa sosteniendo en alto la plancha de cabello—, adolorido pero siento que estoy construyendo a la persona que siempre quise ser. Estoy muy feliz con todo mi proceso.

Realmente lo hace, digo, luce feliz y alegre.

—¿Duele mucho? —pregunta Alys acercándose viendo lo que hace Alu con mi cabello.

—¿La operación de cambio de sexo?

Asentimos intrigadas, Alys jugando con Sidra y yo mordiendo una fresa.

—Como un infierno.

Todos nos reímos.

—Solo exagero—pone los ojos en blanco—. Pero es el dolor en que puedo decir que vale la pena—suspira de forma ligera.

—¿Cuantas operaciones te faltan? —pregunto.

—Creo que es la única o eso dijo el médico, no recuerdo estaba muy drogado de medicamento—guiña el ojo haciéndome reír.

Después de estar varios días con la tensión de lo sucedido en el inferno con la droga en mi bebida las cosas han cambiado para muchos de nosotros.

—Eso es bueno.

—Si ahora tengo que lidiar con el medicamento—hace un pequeño berrinche con su pierna.

—Me alegro que estés cumpliendo todo lo que has deseado Alu— me giro a verlo y el me sonríe cálidamente antes de poner su mirada dura.

—Estas arruinando mi peinado Lilith, y no creo que los Levard me ayuden a ocultar tu cuerpo.

—¡Ugh! Si haces eso déjame fuera, suficiente tengo con Asmodeo persiguiéndome para ahora tener a otro Levard. Y no solo un Levard, bueno fuera que sea Paimon pero me estas mandando al diablo con su cola y cuernos.