Llámame Harry

Capítulo 47 "Vamos a estudiar"

Para:

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—¡Hola amor!

Harry deja sus llaves en la mesita junto a la puerta y entra a su departamento, buscando al castañito quien hoy todavía tiene un día libre por su lesión, ha comprado la bebida favorita del imponente Louis Tomlinson...una lechita chocolatada Nesquik.

Va directo a la habitación, pero no lo encuentra y es raro porque em teoría, debería estar descansando.

Recorre todo el lugar sin éxito, pero en cada rincón se percibe la estela de su presencia. Por ejemplo; en la silla junto a la ventana se halla un hoodie verde, uno de los favoritos del oficial desde que Louis le dijo que lo usa porque le recuerda el color de sus ojos, Harry lo toma e inhala su colonia, es Louis, es su aroma. Lo abraza como si fuera el mismo chico y sonríe para luego devolverlo al mismo lugar.

Junto al armario hay un par de vans negras, las que tienen a juego, la suela luce todavía demasiado blanca para su gusto pero está bien, al lado están las de Harry, aplastadas de los talones y con las líneas aún más blancas.

Por debajo de la cama se asoman un par de calcetas rojas que también comparten porque son abrigadoras. Finalmente sobre la cama, el lado derecho está hundido; como señal de que él ha estado allí. Las sábanas han sido cambiadas, pero todavía se percibe esa mezcla de aroma a bebé y algo como la vainilla, es innegable que hay rastros de sudor pero todo junto es lo que la memoria olfativa del oficial le dice que es su chico.

En cada parte del departamento, Louis ha dejado su huella y cada lugar grita "Louis ha estado aquí".

Harry sonríe recordando esos encuentros furtivos, esos besos sagaces y el manoseo intenso que han presenciado las paredes, Louis es un hombre sumamente apasionado y le mostrado a Harry otros usos para los sillones, el comedor e incluso las encimeras en la cocina, Harry no podría sentirse más complacido en todos los sentidos.

—¿Louis? Estoy en casa, te traje una sorpresa.

Sus palabras resuenan en las paredes y sabe que él no está. Toma sus llaves de nuevo y baja al sexto piso. Se acerca hasta la puerta y la golpea tres veces, puede escuchar algunos gritos y reconoce las voces.

—¡Fue falta!

—¡No lo fue, eres un tramposo!

—¡Tú eres el único tramposo!

—¡Que te jodan Payne! ¡Eres un abusivo y mal perdedor!

La puerta se abre y revela al precioso vagabundo, sosteniendo una cerveza en la mano.

—¡Hey sirenita! ¿Se te perdió algo?

—¿Dónde está? —inquiere.

Zayn hace algunos ademanes revisando sus bolsillos —por aquí lo traía— recita, como si en verdad hubiera perdido algo y luego mira al suelo— Creo que se me cayó.

—Vete a la mierda —responde Harry.

—Estoy tan feliz, que voy hasta allá y te traigo algo cuando regrese— se burla y le regala una de esas sonrisas hermosas que solo él tiene.