Capítulo 6 "Prefiero verte"

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El reloj marca 7:58pm y Louis está mirándose por quinta vez en el espejo y es que vamos; él sabe que es lindo, sabe que ese par de jeans le realzan las curvas haciéndolas más inalcanzables pero ahora no le importan mucho lo que los demás opinen, le importa su propia opinión y claro; la de Harry.

Por eso quiere verse bonito y para ello ha dejado un huracán de ropas por toda la habitación y luego solo las lanza dentro del armario para evitar el desorden. Dios quiera que su último pedazo de pizza no se haya colado entre los suéteres, pero de eso se preocupará después.

Usa tan solo dos gotas de esa colonia especial porque está casi a la mitad. Antes de devolverla a su mesita, la aprieta cerca y agradece el excelente gusto de su madre.

—Gracias mamá —la deja en su lugar y acomoda por última vez su cabello.

Nada. Ha salido a revisar por el pasillo pero nada, no hay rastro del oficial. Mira de nuevo ese estúpido reloj burlón y alcanza a ver 8:15pm. Quizá es el tráfico o quizá se quedó atrapado dentro del ascensor y es ahí cuando recuerda que el maldito ascensor nunca ha funcionado.

Uff, esto no está bien. El cielo está demasiado oscuro y la lluvia se dejará caer en cualquier momento. Toma sus llaves y sube al piso del policía, su reloj ahora marca 8:49pm y es demasiado para los pobres nervios de Louis.

Cuatro, Louis golpea cuatro veces la puerta porque tal vez algo le ha aprendido a Sheldon Cooper y no llama tres sino cuatro veces.

—¡Harry! ¡Cap! —repite como si fuera un ritual pero el resultado es el mismo...nada. ¿Lo habrá olvidado? No... ¿O si?

Solo ha golpeado por un total de ocho minutos hasta que decide esperar un rato fuera de la puerta del policía y se escurre junto a la puerta.

Su pierna se mueve como un tic mientras el estúpido reloj marca las 9:20pm y la lluvia ha comenzado. Louis está ansioso por saber dónde está Harry y por qué no llegó. Mira las tazas que ha dejado en la mesita junto a las malditas galletas que compró y que pensaba hacer pasar por hechas por él mismo, la etiqueta y el plástico están en la basura así que nadie tiene que saberlo.

Tal vez Harry aún está fuera, se mojará con la lluvia y está helada, así que se puede enfermar y si se enferma, no irá a trabajar pero ¿y si se muere? ¡no! Que se nos queda viudo antes de la luna de miel y ¡eso ni en broma!

Toma su paraguas y sale a esperarlo.

Recorre el pasillo exterior mientras sostiene en sus manos el paraguas y en su corazón, la esperanza de que esté bien. Tal vez hubo un operativo y está herido, o en una persecución detrás de algún criminal buscado por el FBI, quizá estará agitado corriendo por las calles de la ciudad o agonizando en un hospital por una bala, o peor aún... tal vez fue a enfrentar a los malotes y le han secuestrado porque es muy guapo y ahora estará bailando en una mansión de alguna sugar mommy en Dubai y... ¡ahhh!

No, no. Mira su reloj por última vez y marca las 12:05. Ha pasado más de tres horas en la puerta principal por si Harry llegaba, Louis estaría listo para correr con el paraguas y seguramente Harry estaría tan agradecido con él que lo tomaría entre sus brazos y lo presionaría contra sí, tal vez su placa estorbe un poco porque es rígida pero ¡qué mierda!. Louis piensa que entonces Harry lo subiría a sus caderas mientras le da un beso apasionado bajo la lluvia...

Si... Louis está seguro que así iría esto.

Tiene una idea, él va a llamar a la estación y preguntará por Harry, si le pregunta dirá que es su esposo y que está preocupado, total, no es una mentira, él tiene visión y decreta, claro que decreta al universo entero que ese hombre es suyo...y lo será.

Llámame HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora