Queen & King

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-Ni lo pienses-

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-Ni lo pienses-

Chishiya pronuncio divertido cuando vio a Nakamoto acercarse con supuesto sigilo a él. Si, la chica podía ser muy silenciosa si  se lo proponía. Pero el chico calcula que en esos momentos solo quería que notara su presencia. Akira hizo un falso puchero tirando a la basura la idea de asustarlo, y se sentó a su lado en la cama.

-Dame atención- se quejo ella -Me aburro y tengo que ir a jugar en un par de minuto-

-Ya, ven aquí-

Shuntaro rodó los ojos al mismo tiempo que estiraba su brazo derecho. La chica sonrió con entusiasmo y se lanzo sobre él quitándole el aliento por unos minutos. Nakamoto se sentó en su abdomen bajo mientras el peliblanco acomodo las manos en su cintura. Adoraba poner sus pelos de punta intentando llamar su atención.

Porque al final del día, Chishiya terminaría cayendo ante ella.

-¿A dónde irás a jugar?-

-Una de las avenidas principales- suspiro la morocha - Parece como si Hatter estuvieran perdiendo el control lentamente-

-¿A qué te refieres?-

Eso extraño un poco a Chishiya.

-Niragi, Aguni y Last Boss jugaran conmigo esta noche-

El chico se quedó en silencio por unos minutos. Sintiendo como ella jugaba con el cierre de su campera, él solo podía pensar en como se beneficiarían con eso. 

Era raro que la milicia participará en juegos tan seguido. Pero era aun peor que estuvieran todos en el mismo lugar. Chishiya no sabía si era porque Hatter pensaba deshacerse de ellos, o porque Aguni esperaba planear su próximo golpe de poder.

-Es tu oportunidad- dijo ella finalmente -Todos saldremos esta noche-

Shuntaro asintió recordando la ultima vez que algo así sucedió. Nakamoto se quedo sin nadie que la vigilara por unas horas y recorrió casi todo el complejo. Ese día no solo encontró uno de los almacenes repletos de comida, sino que también una pequeña sala escondida en el cuarto de conferencias. El chico todavía se preguntaba como había llegado hasta ahí. 

Pero a ese punto ya no lo cuestionaba.

-Ten cuidado ¿Esta bien?- continuo él -Si quieren que jueguen juntos, es por algo-

-Aww, yo sabia que te preocupabas por mi-

-Claro que lo hago-

Chishiya levantó su mano derecha luego de decir eso, para dar un leve golpe en la frente de la chica. Era obvio que se preocupaba por ella. De no ser así en esos momentos no estarían como estaban. Claro que, eso no lo admitiría en voz alta. 

Akira podía saber que él la quería. 

Pero no que estaba tan obsesionada con su persona a tal punto de no querer compartirla con nadie. Nakamoto no estaba tan al tanto de la situación. Solo había presenciado algunos ataques de posesividad en determinadas ocasiones. Pero en lugar de parecerle nefasto, fue en realidad, todo lo contrario.

Adoraba que fuera así con ella.

La chica sonrió recordando la ultima vez que alguien intento meterse con ella. Chishiya lo habia dejado encerrado en los baños del primer piso por horas. Shuntaro vio como reía por alguno de sus recuerdos para bajar su cuerpo lentamente y acercar su rostro al de el, quien le dio el ultimo empujón a su espalda capturando sus labios en un rápido movimiento.

Y a pesar de que se estaban tomando su tiempo, el beso era ardiente y necesitado.

-¡Por favor avisen!-

Kuina los obligo a separarse.

-Te dije que dejaras de entrar así-

La voz de Chishiya parecia lanzar veneno. Nakamoto rio cuando su no pareja apretó su muslo irritado, para sentarse al borde la cama. Era casi seguro que Shuntaro iba a darle la reprimenda de su vida a Hikari por entrar al cuarto de esa manera. Pero Akira no iba a meterse o terminaría durmiendo afuera ella también.

Chishiya enojado era peor que el pacifico.

Y eso es decir mucho.

-La próxima vez que se te ocurra entrar de esa manera, no frenare-

Akira aguanto la sonrisa. Su cuerpo se movía por la habitación en busca de prendas de vestir. Su mano dio con una remera roja que se coloco en instantes. Era un poco ajustada y no cubría todo su abdomen. Pero era de sus favoritas. Y suponía que luego de pasar tanto tiempo en la playa, te acostumbrabas a enseñar piel sin vergüenza.

-No sabia que te iban esas cosas Chishiya-

Nakamoto finalmente soltó una carcajada ante la respuesta de su amiga. La chica se acerco a su pareja para dejar un rápido beso en su mejilla y arrastro a Kuina fuera de ese lugar antes de que Shuntaro la asesinara ahí mismo.

-Algún día no voy a estar para salvarte -dijo caminando por el pasillo -Y él hasta te escupira-

-Pondré una mano en su frente y no tendrá a donde ir-

Akira no podía parar de reír. Sabia que no debía porque ella era aun mas baja que Chishiya. Pero le parecia gracioso imaginarse a Shuntaro siendo retenido por Hikari. La chica le daría un golpe y lo mandaría a la chica ida y vuelta. 

Ahí no iba a importar su intelecto.

-Te veré luego ¿Si?- la mas alta dijo -Asegúrate de volver en una pieza esta vez-

-No prometo nada-

Nakamoto dijo divertida mientras le tiraba un beso. Ellas eran cercanas, pero no tanto como Chishiya y Kuina lo eran. Hikari era la mejor aliada -aparte de ella- que él tenia. Lo protegía cuando era necesario, lo acompañaba a donde pida sin rechistar y lo ayudaría en todo lo que necesite.

Era como su guardia real.

Esos que están dispuestos a sacrificarse por su rey si así se requería.

Pero para Akira, ella no era su primera linea de defensa.

Ese puesto lo ocupaba Niragi.

Era curioso como ambos eran tan diferentes pero a la vez tan iguales. Cualquier de ellos haría lo que fuera para proteger a sus reyes sin importar las consecuencias. Akira solía bromear diciendo que si ella era la reina roja entonces Shuntaro seria el rey blanco.

Justo como en las películas que veía de niña. 

 Alicia en el país de las maravillas era un gran cuento si sabias como analizarlo. No había gente buena o mala. Solo gente que intentaba sobrevivir ante las reglas que alguna vez se les impusieron. Ella creía que aquí era lo mismo. 

El Borderland era una especie de prueba.

 Un lugar donde solo los mas aptos podían sobrevivir.

Un lugar en donde si te descuidabas, le decías adiós a tu vida. 

RED - Alice in BorderlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora