Militants

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Akira se maldijo a si misma. 

Cuando descubrió que Mira era parte de los creadores, no pensó que tendria un compañero. No tenia idea de quien era. Ni siquiera una mínima pista. Lo único que sabia, era que el amiguito de esa mujer apareció por detrás de ella un par de minutos antes, y la noqueo de un golpe. Todavía tenia sangre en su nuca, y en el momento que descubriera al culpable, iba a encargarse de que sufriera. 

-Maldita sea- se quejo -Mancho mi campera favorita- 

Rodando los ojos, y sin sentir dolor alguno, se puso de pie como si no hubiera sido nada. Como si el liquido rojo no cayera por su cuello en gran cantidad. Lo único que le importaba en esos momentos, era terminar con ese juego de una buena vez. 

Esperaba que Niragi haya tenido mas suerte que ella. 

"Tiempo restante: 15 minutos"

-Si ya te oí- 

Murmuro frustrada, tirando el teléfono a un lado mientras se adentraba por los pasillos del primer piso. No parecia quedar nadie ahi dentro, por lo que su mente se preguntaba como era que todavía no habia terminado. La respuesta llego a ella cuando se encontró a un montón de sobrevivientes en el centro del lobby. Y si no fuera porque una mano tiro de su brazo, habría bajado a ver de cerca. 

-¿Shuntaro?- 

-¿Que diablos paso contigo?- 

Chishiya no le presto atención a su sorpresa. Mas bien al tono de cansancio que su voz portaba, la campera casi empapada de sangre, y la mueca de enojo que formaba al morder su labio con fuerza. Se veía salida de una película de terror. 

De una masacre mas bien.

Y eso que no estuvo en el medio.

Como habría acabado sino.

-Digamos que me encontré a alguien mas loca que yo- dijo con resentimiento -Te lo contare luego, ahora... ¿Qué sucede aquí?- 

El muchacho le hizo caso luego de revisar su herida. Parecia que le habían dado un buen golpe en la nuca. Y que a pesar de no sentir el dolor, en pocas horas los mareos comenzarían a aparecer. Estaba perdiendo demasiada sangre como para aguantar mucho mas. 

Eso lo hizo entrar en razón.

Debian salir de ahi cuanto antes. 

-Todos siguen peleando por quien es la bruja- él la tomo de la cintura para sostenerla -Aguni quiere que continúen con la matanza, pero tu amiguito Arisu parece tener la respuesta para todo- 

Chishiya pronuncio el nombre de chico con resentimiento, ajustando su agarre para formar una especie de abrazo por detrás. Akira no se quejo, tampoco se burlo por sus celos. Simplemente se dedico a ver la pelea de Arisu contra Aguni, muy agotada como para hacer algo. 

No era como si pudiera hacer demasiado de todas maneras. 

Solo ver, como siempre lo hacia, y esperar a que el juego terminara.

-Espero nos den esa carta- susurro enojada -Porque me hicieron correr, transpirar y sangrar como para una vida completa- 

Shuntaro soltó una pequeña risa, completamente de acuerdo. Normalmente eran simples espectadores. Esos que se aprovechaban de las ventajas -o personas- que se pusieran delante de ellos para ganar. 

Para salir con vida una vez mas. 

Y aunque al principio no tenían nada por lo que pelear, ahora era diferente. No iban a meterse en la pelea porque no fueran capaces, ya que considerando lo que hicieron, cualquiera diría que nacieron para ese mundo. 

No se trataba de eso. 

El problema era que en esos momentos si deseaban volver a sus vidas normales porque sabían que la compartirían con alguien. Por primera vez, iban a tener a un igual a su lado. Una pareja que pensara, actuara y se moviera en la vida sin remordimiento alguno. 

Alguien que se acoplaba a ellos.

-Tu y Hatter se ayudaban mutuamente- ambos volvieron al discurso de Arisu -Querías asegurarte de que gente peligrosa como Niragi o Akira no se descontrolara. Intentabas controlarlos-

-Y yo que pensé que éramos amigos-

Negó la chica con falso enojo. 

-Admítelo cariño- su novio sonrió detrás -Adoras que te llamen peligrosa. 

Nakamoto no respondió.

No lo hizo porque era cierto. 

-¿Entonces porque lo mataste?- no sabían como lo descubrió -Él se habia vuelto loco y tu querías que recuperara la cordura-

-Si, si, lo que sea- movió su mano la chica -¿Por que no vamos directo a la parte emocionante? Esa historia ya me la se- 

Su novia era una cínica. 

Y eso era lo que mas le gustaba de ella. 

-Querías matar a todos los de la playa porque fueron los que enloquecieron a tu amigo- eso si era un chisme -Tus sentimientos heridos... el rey del juego los uso a su favor- 

Mejor dicho reina.

-Entonces... ¿Aguni quería matar a todos?- 

-Esta gente realmente es lenta- Nakamoto se quejo por segunda vez -No saben que la bruja es la misma victima, y tampoco lo de Aguni. Por supuesto que quería hacerlo, ese hombre odia a todos. Especialmente a Niragi y a mi... A propósito, ¿Lo viste? Nos separamos hace un buen rato-

Chishiya se quedo en silencio, recibiendo una mirada analizante de su novia. Era solo cuestión de tiempo para que Akira se enterara que acabo con la vida de ese muchacho. Que incinero vivo a su mejor soldado. 

Pero no pensó que sucedería tan pronto.  

A pesar de parecer que solo lo usaba para su beneficio, Nakamoto si apreciaba a Suguru. Ambos tenían pasados terribles, sueños inalcanzables, y pensamientos rotos. De una forma u otra eran un gran equipo. 

Y la mirada que Shuntaro le dio, no le gusto para nada. 

-¡Lleven el cuerpo al fuego!- 

Akira encontrar a su compañero realmente rápido. Era la misma persona que emergía de las llamas y disparaba a quien se le pusiera delante. Pero en ese momento, no lucia de la misma forma que siempre. Su cuerpo estaba quemado, su ropa rasgada, piel al rojo vivo y un par de heridas que dejarían cicatrices realmente feas. Lo único que todavía quedaba de él, era la mirada feroz en sus ojos. 

-¡Los voy a matar a todos!- 

Esas fueron sus ultimas palabras antes de ser elevado por los aires gracias a Aguni. El hombre sacrifico su vida para salvar a Arisu. Y ella tuvo que ver todo desde las alturas sin poder mover un solo musculo. Sus piernas comenzaron lentamente a fallar, las manos temblaban, y de su garganta salió un doloroso grito con el nombre de Niragi. 

Así fue como muchos la notaron. 

Parecia que ese era el fin de los militantes. 

Last Boss en uno de los pisos superiores esperando a la muerte. Aguni cambiando su moral al recibir disparos que no eran para él. Niragi consumiéndose entre las ardientes llamas. Y Akira desangrándose entre los brazos de su novio, mientras un dolor inmenso se instalaba dentro suyo. 

Era la primera vez que algo dolía. 

Suponía que así se sentía perder a alguien cercano a ti. 



RED - Alice in BorderlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora