Narrador omnisciente
Daniela mentiría si no admitiese que se hallaba aterrada, la joven entreabrió sus labios atrapando una cantidad razonable de oxígeno mientras que, en un completo silencio observaba la soledad de su hogar, sus ojos se encontraban inquietos observando atentamente la sala principal. Se sentía sofocada, asfixiada por sus tormentosos pensamientos, aquellos que le indicaban que había cometido un error -y claro que lo hizo-. La castaña bufó impulsándose hacia atrás, se le hizo imposible el no gruñir ante el dolor de sus hombros, estúpidamente había ejercido más fuerza de la necesaria provocando que se lastimara la espalda contra el respaldo del sofá.
La joven jadeo apoyando sus codos sobre sus rodillas, sentía las pulsaciones viajar por la zona adolorida sabiendo muy bien que, aquello rápidamente se volvería un horrible hematoma. Daniela se levantó llevando sus dos manos hacia la zona del golpe, lentamente comenzó a proporcionarse masajes circulares intentando de alguna manera apaciguar el dolor, para su suerte, aquel movimiento comenzaba a surtir efecto sintiendo como sus músculos comenzaban a relajarse. La castaña suspiró echando su cabeza hacia atrás, se quedó de pie temiendo ejercer otro estúpido movimiento que le provocase dolor. El silencio era un suplicio, tanto así, que sentía un agudo pitido en sus tímpanos, la castaña pasó saliva por la sequedad de su tráquea intentando relajarse, pero no podía, sentía aquel mal presentimiento como si de una pelota de tenis se hubiese quedó atrapado en la boca de su estómago, impidiendo cualquier posibilidad de poder ingerir algún tipo de alimento. Daniela sintió su cuerpo temblar en el momento que escuchó la puerta principal chocar con fuerza contra la pared, sus ojos se expandieron notando como las paredes temblaron ante aquel estruendo. La castaña sintió como sus piernas dejaban de reaccionar impidiendo siquiera retroceder ante aquella inminente amenaza que se acercaba hacia su cuerpo. Daniela entreabrió sus labios al oír unos vibrantes pasos dirigiéndose hacia la habitación, cada paso provocaba que las paredes temblaran mientras que su corazón bombeara como desquiciado. La castaña jadeó en el momento que observó ingresar al desconocido, sus párpados se abrieron de golpe, ante la sorpresa de ver a su hermano completamente furioso.
Julián, mantenía la mirada perdida, su corto cabello castaño se hallaba completamente alborotado, mientras que, aquella ira comenzaba a sacar lo peor de él. La castaña dio un par de pasos hacia atrás, observando atentamente como los orificios nasales del menor se expandían y se cerraban con una fuerza descomunal, velozmente subió la mirada chocando con aquel par oscuro completamente inundado en una cólera tan grande que Daniela se sentía aterrada.. La castaña se tensó en el instante que sintió sus piernas adherirse al suelo, sus pensamientos no fueron capaz de razonar antes de sentir como su hermano, estampaba su puño contra su quijada. Daniela tambaleó parpadeando completamente sorprendida de sentir el ardor subiendo de su mandíbula hasta el pómulo, nuevamente entreabrió los labios queriendo hablar con el castaño, pero Julián, con fuerza volvió a enterrar su puño justo en las costillas. Aquel golpe logró expulsar el oxígeno de sus pulmones cerrando por completo toda posibilidad de recuperar el aliento. Por extraño que sonase, la castaña no estaba intentando defenderse -aun cuando ella sabía que más de un golpe podía propinar contra su hermano-. Simplemente lo dejó, le permitió poder atacar su anatomía sin recibir un golpe por su parte.
Daniela cerró los ojos perdiendo por completo el equilibrio, el puño de Julián se enterró con fuerza contra su pómulo logrando que sus rodillas colisionaran contra el suelo. El castaño apretó los puños sintiendo su pecho subir y bajar con fuerza, mientras que, notaba como la castaña alzaba la mirada sintiendo la sangre caliente descender de sus labios y ceja, observó atentamente como su hermano daba un paso hacia atrás llevándose ambas manos heridas, hacia su desordenado cabello.
- ¡Defiéndete! - ordenó Julián actuando de una manera tan agresiva, que Daniela dudaba que fuese su pequeño hermano de catorce años. La castaña escupió la sangre que se había acumulado en su boca, para luego simplemente sacudir su cabeza en negación. - ¡Hazlo! - vociferó perdiendo por completo el control. Daniela chilló al sentir una fuerte patada, dar con dureza contra su muslo, velozmente cerró sus ojos intentando distraerse entre sus pensamientos. - ¡Hazlo fenómeno! ¡Vamos, golpéame! - provocó Julián retrocediendo mientras observaba como su hermana se levantaba - Así... muy bien - se alegró, al notar como la muchacha posaba sus ojos sobre los suyos, rápidamente su sonrisa se borró al percatarse como está nuevamente negaba sus pedidos.
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SOLO AMIGAS
FanficDaniela amaba en completo silencio a María José ya que era consiente de que esta solo la veía como una amiga más. Adaptación cache Calle gip Original de: @Meltwinter