6. Un sentimiento y una mentira.

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—¿T-Taehyung? —soltó nerviosamente

El pelinegro palidecio al ver al castaño bajar del auto. Al parecer el destino se estaba encargando de ponerle a Taehyung por el frente. Quien diría que después de todo seguiría encontrándoselo. Un sentimiento de alegría se instaló en su cuerpo. Estaba feliz. Tendría la oportunidad de ver más tiempo al castaño. Sabía que no sería difícil tratar con el y explicarle la paciencia que debía tener con los niños. Sabía que Taehyung era una muy buena persona y eso lo pudo comprobar la vez que para su mala suerte tuvo que hacer una visita al médico y Taehyung lo ayudó a calmarse.

Las cosas no podían marchar de lo mejor. Estaba un poco afligido por la doctora Lía. Pero no negaba que tener a Taehyung como doctor del orfanato lo ponía feliz.

Sus miradas coincidieron a lo lejos, quedando una con la otra, uniéndose como si de uno mismo se tratara. Dejando a un lado lo que los rodeaba. Por un lado, el castaño perdiéndose en los ojos del pelinegro, en el brillo que recordaba como la primera vez. Aquellos ojos que aquel día le gritaron silenciosamente y dónde se dejó llevar actuando por un impulso desconocido. Por otro lado, el pelinegro que de igual forma, estaba perdido en la profunda mirada del castaño, quería permanecer más tiempo así, sin en embargo, ya conocedor de aquel sentimiento decidió apartar la mirada.

Ambos ajenos a las miradas de los demás. Ambos desconocían la mirada de aquellos ojos que los observaban con atención. Aquellos ojos pertenecientes a los de una cabellera gris, a los de la madre solar, que decidió quedarse callada ante lo sucedido, tenía tantas preguntas pero sabía que no era momento de interrumpirlos, sabía que ellos estaban en su mundo y solo pudo sonreír con nostalgia ante una pequeña sospecha. Pero no, sabía que era demasiado y que tal vez se estaba equivocando.

El castaño comenzaba acercar sus pasos hacia el par que permanecía parado en la entrada del orfanato. Una sonrisa y una reverencia pudo soltar a estar frente a frente a la de mayor edad.

—Mucho gusto. Soy el doctor Kim Taehyung y estoy aquí para suplantar a la doctora Lía —soltó amable pero directo. —Usted debe ser la madre solar, ¿No es así? —la madre solar solar sonrió asintiendo porque a pesar de que el castaño estaba hablando con ella este no dejaba de dar miradas rápidas a él pelinegro nervioso que se encontraba a su lado. —Hola, Jungkook. Nos volvemos a encontrar.

—H-Hola... y-yo sí... y-yo b-bueno, ¿Como estás?—el pelinegro se golpeaba mentalmente por sus torpes palabras. Sin embargo, Taehyung quien lo observaba detenidamente, solo sonrió enternecido recordando que el nerviosismo era el mismo a pesar de que ya se habían visto en algunas ocasiones.

—Bueno, hijo, ¿Te parece si vamos adentro y te presento a los niños? —preguntó sonriente, interrumpiendo el momento antes de que volvieran a meter en su mundo.

Ahora los tres caminaban hacia los adentros de lugar y lo que el castaño vió cuánto cruzó la entrada lo dejó impactado.

Una parte de niños sostenían pequeños papelitos que tenían escrito un "bienvenido"
Y la otra parte sostenían pequeñas bolsitas con galletas en sus manos. Las demás madres del lugar lo recibían con una sonrisa y el castaño sé sintió feliz, nunca lo habían recibido de tal forma.

—Bienvenido, Doctor. Gracias por aceptar el servicio para nosotros. —agradeció la madre solar en nombre de todos los presentes. Jungkook quería llorar por imaginarse a los pequeños elaborando los detalles.

Taehyung agradeció a cada uno de los niños a excepción de una pequeña tímida de nombre Grettel. Jungkook se había encargado de explicarle a él castaño, que la pequeña era nueva en el lugar y que aún no se acostumbraba a ello. Taehyung quien rápidamente comprendió la situación, solo pudo ofrecerle una sonrisa a la pequeña que rápidamente se posicionó detrás de Jungkook por las acciones del castaño.

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