8. Dejame ayudarte.

152 11 0
                                    

Feliz. Ese era el estado de ánimo de Jungkook y no se podía estar de otra forma. Ayer había sido una tan eufórico y lleno de emociones positivas. Empezando por escribir la primera parte de su libro.

Estaba feliz y eso se podía notar a distancia, por dios, estuvo sentado horas enteras vaciando su mente de las ideas que formulaba su cabeza. Y por si no fuera poco, Taehyung lo había llamado a tan altas horas de la noche solo para hacerle una invitación para comer juntos. Claro que se preguntaba porqué había llamado tan tarde y no al día siguiente.

En la mañana solo habló con Taehyung para acordar horarios, pero estos fueron mediante mensajes, por lo cual no quiso preguntar las dudas que tenía. Gracias al cielo esta vez si habían acordado horarios. Habían quedado de reunirse en la tarde. El castaño le informó al azabache que pasaría a la cafetería por él y este aceptó sin ningún problema.

Jungkook decidió ir temprano al orfanato. Más temprano de lo que llegaba Taehyung. Incluso se marchó antes de que este llegara. Quería cumplir con sus horas de trabajo de buena forma para poder comer tranquilamente con el castaño.

Estaba tan feliz que mientras atendía a las personas que se acumulaban en la cafetería les daba una sonrisa que pocas veces usaba. Incluso atendió tan amable al viejo canoso grosero que siempre pide un café tan cargado y sin azúcar. ¡Ughhhh, como existen personas que toman su café sin azúcar! 

Su fiel compañera de de trabajo; Sulli, le miraba extrañada. Pocas veces se le miraba al azabache actuar de forma tan alegre. Eran contadas las veces que esto ocurría y solo era porque el azabache o iniciaba un libro o lo terminaba.

La mañana marchó con tranquilidad y faltaba poco para que el turno de Jungkook terminara, así que limpió algunas cuantas mesas y atendió a unos cuantos clientes más. Seguido de eso, fue al baño a quitar aquel uniforme y cambiarse por ropa casual.

Pantalones negros ajustados, una camiseta de cuello alto del mismo color y su apreciado abrigo del mismo color, era lo que vestía al finalizar su turno laboral. El color negro era el fiel aliado de Jungkook.

Esperaba sentado en una de las mesas de lugar. Su turno terminaba en 10 minutos pero no había mucho por hacer. Mientras la pelinegra servía unos cuantos cafés, miraba de reojo al azabache que no dejaba de mover su pierna. Llevó los cafés a lugar donde los habían pedido y se acercó discretamente Jungkook que no dejaba de ver la entrada del lugar.

—¡Jungkook! —el azabache se sobresaltó en su mismo lugar y abrió sus ojos como plato por el gran susto que Sulli le había dado. —¿Por qué no te has ido? —preguntó entre risas, mientras que el azabache aún trataba de tranquilizar su corazón que había latido con rapidez.

—No lo vuelvas hacer, por el amor de dios. Mi pequeño y delicado corazón no pueden soportar estos sustos. —exageró. La pelinegra rodó los ojos y se sentó a su lado. —Estoy esperando a alguien. —dijo ya más tranquilizado.

La pelinegra levantó una ceja y lo miró con sus ojos entrecerrados.

—¿A quién? ¿Tu hermano viene por ti? —el azabache negó —¿Entonces?

—T-Taeyung, él viene por mí. —sulli abrió sus ojos con grandeza y llevó su mano hacia su boca, demostrando su asombro. El azabache se puso nervioso. ¿Por qué siempre tenía que tartamudear cuando de Taehyung se trata? —Iremos a comer j-juntos y... y ¡Mierda, Sulli. Quita esa expresión de tu cara! Me incómodas.

—Ya, ya. Está bien, solo me sorprendió un poco lo unidos que se han vuelto. Se han vuelto buenos amigos, ¿No es así? —el azabache asintió con timidez. —Es maravilloso. Empiezas a salir con más personas, cariño. Solo no te olvides de mí, ¿De acuerdo? Yo fui primero tu amiga.

ALL ABOUT US  |TAEKOOK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora