11. Parque de atracciones.

122 11 3
                                    

—Por favor, Taehyung. Yo quiero subir a ese. —suplicó señalando una gran máquina en forma de gusano

El castaño tragó duro y un miedo se coló por su cuerpo.

—N-No, Kookie. Mira, hay otros que son más divertidos. —sugirió tratando de disimular el miedo.

—Pero, pero, pero, yo quiero subir a ese —insistió. —ya nos subimos a todos los que tú quisiste, ahora subamos al que yo quiero.

Taehyung pensó en la idea de subir a una tremenda máquina que te deslizaba por grandes alturas para después hacerte caer y ¡No! El jamás se subiría a esos juegos hechos por el mismísimo demonio.

—Bien, no subamos entonces. —caminó unos centímetros hacia el frente, dándole la espalda a Taehyung. Estaba cruzado de brazos mirando hacia otro lado, fingiendo buscar algo.

—Yaahh, es que soy alérgico a los gusanos. —dijo Taehyung y el pelinegro se giró para verlo aún con sus brazos cruzados.

—Ni si quiera es un gusano real, ¿de que estás hablando?

—Emm... Emm... bueno, es que tengo hambre, ¡Sí! tengo hambre y...

—Hace rato nos comimos una hamburguesa.

—Tú lo has dicho, hace rato y...

—Tambien un hot dog. —atacó.

El castaño rodó los ojos. Se le estaban acabando las excusas.

—Creo que ya es algo tarde y tengo que ir a darle de comer a mi pequeño perrito. ¡Oh, pobre de mi bebé! Debe estar muriendo de hambre. —limpió con su dedo la lágrima falsa que había en su mejilla.

—Son las 7 de la tarde y por lo que me has contado, tú no tienes perros, Kim mentiroso Taehyung. —acusó.

—Pero pienso adoptar. —se defendió. El pelinegro rodó los ojos y lo miró con el ceño fruncido. —Ya, lo siento, Kookie. Es solo que... me da miedo subir.

El pelinegro lo observó con comprensión y le sonrió.

—No debes temer, Taehyung. Es solo un juego, sube conmigo, ¿Sí? —el castaño lo miró dudoso. —por favor, por favor, por favorsito.

—Bien. —El pelinegro sonrió victorioso. —pero con una condición. —Jungkook lo miró confundido, sin embargo asintió Rápidamente.

—Lo que sea. —dijo entusiasmado.

—Tienes que tomar mi mano y no soltarme nunca.

—Oh, e-está b-bien... supongo.

Caminaron juntos hacia aquel juego y subieron cuidadosamente bajo la supervisión de un guía de seguridad que se encargó de colocar y asegurarse de ajustar bien los cinturones para evitar algún accidente. Solo esperaban que el juego se pusiera en marcha y Jungkook sonreía con gran felicidad, mientras Taehyung había empezado a sudar. Jungkook no dudó en extenderle su mano y el castaño sé encargó de entrelazarlas. Una divertida musiquita empezó a sonar, avisando que el juego estaba por iniciar y Taehyung cerro con fuerza sus ojos y apretó la mano de Jungkook.

—Tranquilo, Taehyung. Será divertido. —susurró.

—No sueltes mi mano entonces.

—Nunca. —sonrió y el juego comenzó.

Las subidas y bajadas estaban causando que sus corazones latieran al mil. Taehyung era el más temeroso pues no tenía sus ojos abiertos, los cerraba fuertemente mientras que a su vez, apretaba la mano que sostenía, mano que provenía de un dulce chico que no dejaba de gritar y reírse fuertemente debido a la rapidez que había tomado el juego. Fue ahí donde Taehyung por fin se animó abrir sus ojos y poder ver al azabache que estaba a su lado, cuán arrepentido estaba de no abrirlos en un principio pues ver la sonrisa de Jungkook en su máximo punto era lo más hermoso que había visto en el día. Sus hermosos dientitos delanteros quedaban expuestos hacia la vista de Taehyung.

ALL ABOUT US  |TAEKOOK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora