ALL ABOUT US |TAEKOOK|

10. Primera Confusión.

Bueno, tal vez Jungkook si se había arrepentido solo un poco, de haber metido al castaño a su departamento. Pero no lo mal entiendan, es solo que Jungkook no está acostumbrado a que observaran el lugar donde vive con tanta curiosidad como lo hacía Taehyung.

En su departamento solo habían entrado 3 personas; Sulli, SeokJin y él mismo, no más. Ahora eran sumadas cuatro personas, cuatro con el doctor de sonrisa bonita que estaba parado justo en frente al estante de libros, curioseando uno que otro libro.

—Entonces, ¿Todos estos libros son tuyos? —preguntó mientras sacaba uno con su mano. —es decir, ¿Todos son escritos por ti?

El azabache asintió timidamente.—Todos son míos.

Taehyung observaba con curiosidad cada uno de los libros que retiraba y colocaba de nuevo en el estante. Hubo uno que llamó su atención y sin dudarlo lo tomó rápidamente. El título de color negro y una portada color azul con una silueta de una chica era lo que veía en aquel libro de título "primer beso"  leyó el prólogo del mismo y lo cerró. Giró su cuerpo hacia el sofá dónde se encontraba el pelinegro que miraba con inquietud cada una de las acciones de Taehyung.

—No mentías cuando dijiste que solo escribías cliché —se posicionó al lado de Jungkook, haciéndole compañía en el sofá.

—Solo leíste la primer hoja, no puedes decir mucho. —se encogió de hombros. —pero sí, no mentí. Solo es cliché, pero hay algo que los hace distintos.

Taehyung se acomodó de una forma más cómoda en el sofá, centrando su completa atención a Jungkook.

—¿Y qué es lo que los hace distintos? —preguntó con verdadera curiosidad.

—Bueno que, durante el transcurso del libro, todo es cliché, todo es color de rosa y con solo un poco de drama. Por ende, tu mente comienza a pensar que la pequeña tragedia a concluido cuando la verdad es que es solo el comienzo. Lo que empieza por un cliché irreal, termina en un final trágico e injusto para muchos y realista para otros. Todo depende de la persona. —finalizó con una encogida de hombros.

Taehyung quedó atónito por la facilidad con la que hablaba el azabache cuando de sus libros se trataba. Por dios, él nunca leería algo tan destrozador. Aunque se le arruinara la trama el siempre iría hasta el final del libro para asegurarse de que este terminara bien, de lo contrario, jamás lo leería.

—Eres tan... tan cruel, Jungkook.

—mmm, tal vez, solo un poco. —admitió.

El aire frío se escabullia por una de sus ventanas, que sin querer había dejado abierta. Se levantó del sofá inmediatamente cuando sintió un escalofrío recorrer su ser. Cerró la ventana y subió la calefacción.

—¿Quieres café? —ofreció al castaño que se había hecho bolita en el sillón. Jungkook caminó a su habitación y tomó una pequeña manta limpia de conejitos color rosa, su favorita. Regresó a la sala y se la ofreció a Taehyung quien no dudó en tomarla.

—Gracias. —hundió su cabeza en la suavidad de la cobija. —Si no te molesta, preferiría algún té o chocolate. No me agrada mucho el café.

Jungkook asintió y caminó hacia la cocina, preparó café en su cafetera, buscó por todos lados algún sobre de té, pero no encontró. Chasqueó la lengua y caminó de regreso a la sala para comunicarle a Taehyung que no tenía té y que prepararía chocolate caliente en su lugar, pero tal aviso nunca llegó debido a que el castaño estaba de pie frente a su estante, al parecer tenía una llamada. Jungkook regresó a la cocina decidiendo no interrumpir al castaño.

¿Quién habrá llamado a Taehyung? Se preguntaba Jungkook mientras veía al chocolate calentarse lentamente. Tal vez su familia esté preocupado por su ausencia en casa, tal vez sus padres preocupados, tal vez sus hermanos o tal vez su amigo, aquel del que le había hablado y que era dueño del restaurante donde habían pasado la mayor parte de la tarde. Con toda esa curiosidad picandole el estómago, se dió cuenta que en realidad él no conocía mucho de Taehyung. Bueno, en realidad casi nada. Solo sabía que era médico cirujano y lo mucho que le apacionaba su profesión pero de ahí en más, no sabía nada.