19. Sin palabras.

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La luz que se colaba por la ventana de la cortina abierta molestaba el rostro del pelinegro que estaba dormido en el sofá, con unos brazos que rodeaban perfectamente su cuerpo. Su espalda sentía el pecho, y su cuello la respiración tranquila de la persona que estaba detrás de él.

Restregó suavemente sus ojos para abrirlos por completo y tratar de levantarse, solo tratar porque solo lo había intentado y aquellos brazos que lo encarcelaban solo lo apretaban más.

Resignado, volteó su cuerpo para estar cara a cara con la persona que hacía más felices sus días. Apreció cada detalle del rostro de Taehyung y sonrió embobado cuando los ojos de este comenzaban abrirse poco a poco. La peculiar y hermosa sonrisa se hizo presente al abrir por completo sus ojos y ver que un lindo chico de cabellos despeinados lo miraba sin parpadear.

Su chico.

-¿Siempre te ves así de lindo en las mañanas, Kookie? -preguntó con su voz más grave.

Jungkook solo pudo responder con su cuerpo y metió su cabeza en el cuello de Taehyung aún pegando más sus cuerpos.

-¿De verdad dormimos en el sofá? -cuestionó analizando como es que habían dormido ambos en el diminuto sofá de su departamento.

Taehyung asintió. -Solo fuí por esta cobija de conejitos que encontré en tu habitación. Las noches son muy frías. -Explicó.

-Andas por mí casa como si fuera la tuya, ¿verdad? -comentó divertido.

-Te he dicho que puedes hacer lo mismo con la mía. Todo lo mío es tuyo, bonito.

-¿Y por qué nunca me has llevado? -enarcó una ceja y se recargó en sus brazos para ver al castaño.

-Porque nunca me lo has pedido. -se defendió.

Jungkook entrecerró sus ojos y lo observó fijamente.

-Cierto, entonces quiero que me lleves.

-Lo que tú desees. -respondió feliz porque el azabache conociera su solitaria casa.

Jungkook observó hacia su ventana y no pudo evitar hacer una mueca de desagrado que Taehyung pudo notar.

-Estupido Sol. -bufó levantadose de sofá, colocándose sus pantuflas. -¿Qué hora es?

Taehyung quien lo observaba atento, soltó una risilla, era increíble lo mucho que el clima influia en el azabache. Observó su celular, al ver la hora se levantó rápidamente colocando su saco y sorprendiendo a Jungkook que ya estaba en la cocina.

-Mierda, Kookie. Son las nueve de la mañana. -dijo arreglando su cabello.

-¡¿Qué?! -gritó colocando varios hotcakes en un plato. -Maldición, me levanté muy temprano.

-¿Temprano? Esto definitivamente no es temprano, tengo que estar en el hospital en media hora.

El azabache se dirigió a la mesa donde ya tenía preparado hotcakes, huevos con tocino y zumo de naranja.

-¿Desayunaré solo? -dijo en un puchero caminando hacia Taehyung.

-Tengo que irme, cariño. No puedo llegar tarde. -consoló dejando un beso en el puchero de su chico.

-Está bien. Vete. -restó importancia, caminó hacia la mesa y comenzó a comer. -Más comida para mí. Como si no me hubiera esmerado en prepararte el desayuno y hacer unos cuantos hotcakes en forma de corazón. Oh, y tampoco me esmeré en comprar té para ti sabiendo que no te gusta el café. -dio una mordida a su trozo y de tocino y miró al castaño que al parecer se sentía culpable.

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