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33. ¿limpiar mis pecados?

Dolor.

Eso era lo único que se esparcía por todo su cuerpo, y no precisamente el físico.

Nuevamente la vida le había hecho subir tan alto para después dejarlo caer sin ningún cuidado. Nuevamente sus ilusiones y felicidad fueron arrebatadas y pisoteadas cómo si fuesen cualquier cosa.

Las lágrimas habían dejado de salir desde hacía más de tres horas, justo antes de que le dieran aquel baño frío y restregaran su cuerpo con una esponja que lejos de parecer una, se sentía como agujas puntiagudas simulando limpiar su cuerpo.

"Limpiar su mente" fue lo que cruelmente le dijeron.

Limpiar sus pecados.

¿Cuál pecado? ¿Cuando se leyó en la biblia que amar es pecar?

Un verdadero Dios no juzga, un verdadero Dios no hace lo que estaban haciendo con él.

Su cabeza dolía de tanto pensar, porque además de hacerle cuestionarse de su propia existencia, le hicieron escuchar una larga hora dónde a su pesar, estuvo escuchando al padre sobre los castigos divinos de nuestro señor hacia los pecados insólitos y mundanos sobre la homosexualidad.

Hincado hasta hacer que sus rodillas se pusieran rojas y dolieran en demasía.

Lo cruel no fue como le golpearon hasta hacerlo suplicar, lo que verdaderamente fue cruel es que le hicieron sentirse asqueado.

Le hicieron sentirse sucio completamente, porque lo único que hicieron fue tomar ventaja de aquellos pensamientos intrusos del pasado, mismos que pensó que habían desaparecido cuando encontró a Taehyung, pero grande fue su sorpresa cuando describió que no estaban más que dormidos.

Y que aquellas palabras los habían hecho despertar.

Ahora Jungkook sabía y comprendía que la decepción era su mejor acompañante, pues a lo largo de su crecimiento esta había estado presente.

Porque cuando creyó que algo bueno pudo salir entre kwan y él, no quedó más que la decepción pura.

Cuando les dijo a sus padres sobre ser escritor.

Cuando supieron sus padres que no había tenido una relación a lo largo de sus estudios.

En la mayoría se involucraban sus padres -por no decir que en todas- por eso sonrió con nostalgia y con el sentimiento conocido en su pecho cuando su padre le abofeteó la mejilla con fuerza que le hizo caer al piso y golpear su cabeza hasta quedar inconsciente. Solo escuchando los llantos de su madre mientras de desvanecía de a poco. Y cuando por fin pudo abrir sus ojos se topó con un lugar completamente desconocido en el cual no le dejaban salir.

Realmente se arrepentía de haber dicho a sus padres sobre lo suyo con Taehyung, porque de no haber sido así, él y su lindo chico estuviesen disfrutando de una maravillosa cena mal preparada.

Arrepintiendose hasta retroceder al grado en el que se preguntaba si realmente había valido la pena el haber conocido a ese castaño de sonrisa bonita.

Las pisadas lentas acercándose a la puerta, le hicieron correr hasta la esquina de la fría y vieja habitación en la cual solo había una cama que no pensaba usar. Tapó sus ojos con sus temblorosas manos y trató de cubrir su cuerpo con la delgada bata marrón que habían colocado en su cuerpo.

La puerta se abrió y al cerrar los ojos solo quería pensar en cosas agradables para hacer soporte a cualquier cosa que le llegara, pero por más que lo intentaba no podía.

El hombre sonrió al ver el indefenso cuerpo en ovillo y se posicionó en cuclillas frente al azabache.

Tocó con sutileza su hombro y alejó lentamente su mano cuando un temblor le recibió como respuesta.