26. ¡No hay nada de malo en nosotros!

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Parpadeando repetidas veces tratando de ahuyentar el sueño, Jungkook bufó al no tener ningún resultado y optó por restregar con sus puños sus necios ojos.

La noche anterior había estado tal vez poco más de treinta minutos pegado a los bonitos labios de Taehyung. Una sesión de tantos besos los había cansado, sumándole aquellos golpes que por supuesto seguían muy visibles en ambos cuerpos. Cuando los besos y las caricias parecían llegar a otro nivel, Jungkook inmediatamente detuvo los movimientos, levantadose del sofá para luego tomar la mano del castaño y dirigirse a su habitación.

Consiguiendo así que ambos durmieran en la cómoda cama y no en el sofá como otras veces.

Es por eso que ahora un sonriente Jungkook trataba de salir cuidadosamente de los brazos del castaño que tenían bien sujetada su cintura.

Pero Taehyung al sentir el pequeño cuerpo alejándose de sus brazos lo atrajo más hacia él, sientiendo aún más de cerca la cálida espalda en su pecho. No quería despegarse nunca de su chico, no después de casi perderlo.

Mordiendo su labio inferior, Jungkook gimió tratando de ignorar como la erección de Taehyung tocaba sutilmente su trasero.

-T-Tae. -jadeo nervioso intentando salir de la cama.

Taehyung lejos de escucharlo, restregó su nariz en el cuello del azabache logrando que su cuerpo se estremeciera bajo las sábanas.

Con un movimiento ágil, logró tener de frente el rostro sonrojado del bonito escritor que al sentir la mirada penetrante de Taehyung, se apresuró a esconderse en su cuello.

-Buenos días, amor. -saludó con su voz grave, pero manteniendo su tono cariñoso.

-Buenos días, Tae. -respondió el menor saliendo de su escondite solo para dar un pequeño beso en los labios de Taehyung.

Riendo ante el comportamiento timido de su bonito chico, juntó más sus cuerpos pasando una de sus manos por la cintura del menor.

-¿Por qué de pronto estás tan tímido, bebé? -preguntó Taehyung.

Jungkook salió de su escondite y dio una mirada rápida a los ojos frente a él y luego bajó la mirada dejándola ahí.

Siguiendo la mirada del azabache que llegaba hasta sus piernas entrelazadas y sus erecciones a punto de rozarse por sobre su pijama. Taehyung entendió lo que ocurría y soltó una sonora risa avergonzando al menor que de nuevo ya estaba escondido.

-¿Estás tímido por esto, bebé?

-Ya, no es para nada divertido, Kim descarado Taehyung. -regañó dando un leve golpe en el pecho sin llegar a ser fuerte realmente.

-Por supuesto que no lo es, pero verte tan sonrojado es lo más hermoso que he visto y más si es por esto.

-¡No es hermoso! ¡Es vergonzoso! ¡Dios! estos problemas suelo arreglarlos cuando estoy solo y tenerte aquí es tan... tan... Aagggh

-Yo no lo veo como un problema, Kookie, sino como una muy buena oportunidad para ayudarte. -su tono de voz cambió totalmente a uno más lujurioso dejando de lado lo tierno y conservando lo cariñoso a la vez. -¿Quieres que te ayude, amor? -susurró de forma provocativa en el la oreja del menor lamiendo el lóbulo.

Jungkook soltó un gemido que no se esforzó en ocultar y asintió con su cabeza rápidamente besando con completa pasión los labios contrarios que lo recibieron completamente ansioso.

El azabache se volvió una onda de gemidos cuando las manos traviesas de Taehyung levantaron la parte superior de su pijama de conejitos mientras daba suaves caricias en su espalda.

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