15. Un buen amigo.

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-Y entonces peleaste con ella. -comentó el rubio. Taehyung solo asintió mientras meneaba la cuchara que estaba en su taza de té. -El único culpable eres tú. ¿Cómo pudiste faltar al cumpleaños de su madre, Taehyung?

-La hija es ella, no yo. -se excusó. -Además sabes perfectamente que a su padre nunca le he caído bien.

-Y con esto que acabas de hacer estoy seguro que te sacará a patadas de su casa. -rodó los ojos y dio un sorbo a su café. Taehyung dio un largo suspiro.

-No creo volver a casa de sus padres. Las cosas entre ella y yo ya no son las mismas, Jimin. No entiendo cómo pasé de estar feliz a su lado a estar fastidiado con su presencia. -pasó sus manos por su cabello haciéndolo hacia atrás.

-Espera espera espera. Esto ya es distinto, ¿Desde cuándo sientes esto? -preguntó curioso dejando su dona de chocolate a un lado.

-Desde hace tiempo. Además, no soy el único que lo siente. A veces pienso que ella va a visitarme por mero compromiso y obligación.

-Entonces ambos están actuando como adolescentes inmaduros cuando la realidad es que son unos adultos. -espetó mirando serio al castaño que tenía su mirada perdida. -Si ya no sienten lo mismo el uno por el otro, ¿Por qué no cortar lazo de una vez? Simplemente ambos se están lastimando por pensar que uno lastima al otro.

-No es fácil, Jimin.

-¿Crees que no lo sé? Pero te conozco, conozco a Sana, los conozco a ambos y se que terminar esto es lo mejor para los dos. Traten de hablarlo, tú eres un buen chico y ella es una buena chica. Pueden escoger terminar esto del lado bueno.

Taehyung asintió. Jimin tenía toda la razón. Tenía que terminar esto y hablarlo con Sana, si su relación ya no podía dar para más lo mejor era acabar con eso de raíz.

El castaño todavía recordaba con pesar la fuerte discusión que tuvieron cuando llegó a su casa después de cuidar a Jungkook y velar por más tiempo su sueño. Gritos y reclamos era lo que se daban ambos, hasta que la rubia salió de su casa dando fuerte portazo.

-Ahora que lo recuerdo -habló Jimin. -tú no me llamaste para vernos y hablar de Sana.

Taehyung sonrió y dió un sorbo a su té recordando la verdadera razón.

-Tienes razón. Te cité en este lugar porque ahora mismo mi corazón se siente extraño. -confesó y el rubio enarcó una ceja confundido.

-No entiendo, ¿Tienes problemas del corazón? Porque puedo llamarle a...

-No, idiota. Estoy hablando metafóricamente. -Jimin lo miró serio y luego guardó su celular que justo había sacado para hacer la llamada.

-¿Metafóricamente? ¿Eres un maldito escrit... Espera espera espera y detente ahí, Kim Taehyung. -lo señaló y las demás personas del lugar los observaban extraño por los gritos del rubio. -Dime que es una maldita broma.

-¿Por qué lo sería? Es simple, creo que me gusta él.

-¿Crees?


[*******]

Jungkook despertó luego de haber dormido toda la noche. Al parecer las pastillas habían resultado muy efectivas pues ya no quedaba ningún síntoma de molestia en su cuerpo.

Recordó que se durmió aún teniendo al castaño en su casa y se levantó rápidamente de su cama para ir hacia la sala en busca de este. Suspiró aliviado al ver que no había nadie en su casa

Sobó con sus dedos los lados de su cabeza y cerró sus ojos, se había levantado muy rápido y eso le ocasionó un mareo momentáneo.

Caminó hacia su cocina por un vaso de agua y regresó a la sala donde se dejó caer en su sofá. Había sido muy descortés al dormirse aún teniendo visita en su casa, tenía que disculparse de alguna forma con el castaño.

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