FINAL

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EMILIO

CUATRO AÑOS DESPUÉS...

Ven aquí, hermoso —grité mientras abría mis brazos y Joaquín corría por el campo hacía mí. Vestía su camiseta azul con el logo de mi equipo en el frente. Sabía que atrás decía Osorio #10. La mandé a hacer para él antes de mi primer juego de la temporada. Joaquín gritó y saltó a mis brazos.

—¡Lo hiciste! ¡Lo lograste! —Repartió besos por todo mi rostro y disfruté de cada minuto mientras lo sujetaba con mis manos, acunando su apretado trasero.

—Bueno, tuve algo de ayuda —bromeé.

Riéndose, pasó sus manos por mi cabello sudado y besó mi frente.

—Estoy asqueroso, bebé.

Él se echó hacia atrás y bajó la mirada hacia mí, y una sonrisa apareció en sus carnosos, perfectos labios.

—Sí, lo estás.

Algo le causó gracia, pero no tuve idea de qué. Parecía estar a punto de reírse de algo. Luego tomó mi rostro y presionó esos labios contra los míos y no me importó nada más. Sólo quería esto.

—Felicidades, hermano —gritó la voz de Eduardo y abrí los ojos mientras Joaco dejaba ir mi boca. Lo deslicé hacia abajo contra mi cuerpo mientras me giraba para ver a mi hermano caminando hacia mí con su uniforme rojo y blanco. Daniel se encontraba a su lado vistiendo una camisa casi idéntica a la de Eduardo

—Gracias, hombre. Jugaste bien. Esa atrapada al finar fue irreal. Tuve que mantenerme por los laterales.

Eduardo se echó a reír y sacudió la cabeza. —Les advertí que a pesar de que les hemos ganado durante los últimos tres años, el mejor mariscal que yo conocía comenzaría a jugar este año.

Dani soltó a Eduardo para abrazar a Joaquín. Era nuestro cuarto año en la Universidad de Yale. Dani y Joaco hablaban varias veces a la semana. Eduardo y yo nos las arreglábamos para vernos en las vacaciones cuando volvíamos a casa. Eduardo incluso ha ido a la cena de navidad los últimos dos años. Cuando llamó a nuestro padre "Papá" antes de regresar a la escuela después de esas primeras vacaciones de invierno, pensé que papá se pondría a llorar.

No sé lo que ocurrió durante esa noche, pero lentamente Eduardo y papá habían encontrado maneras de remendar lo que estaba roto.

Eduardo tenía la intención de proponerle matrimonio a Daniel durante el partido del campeonato universitario de este año. Nuestros equipos se enfrentarían una vez más esta temporada. Además de nosotros, ningún equipo había estado cerca de ganarle a su equipo. El plan era que nuestros padres vendrían, incluso la tía Isa, cuando el equipo de Eduardo se enfrentara a nosotros en el campeonato. —¿Te casarías conmigo, Daniel? —

Aparecería en la enorme pantalla del marcador unos minutos después de que el juego terminara.

Tuve que escuchar durante horas los planes de Eduardo. Él quería que fuera perfecto.

Estiré mi brazo y tomé la mano izquierda de Joaquín para besar el pequeño anillo que ahora descansaba en su dedo anular. Nuestro compromiso, el mes pasado, no tuvo una enorme planificación, sólo lo anuncié en los noticieros de las diez. Después de haber ganado mi primer juego como el mariscal titular de mi equipo, me aseguré de que todos los medios compitieron por mi atención y fui directamente, esperé hasta que Joaquín hizo su camino hacia mí. El asistente de entrenador había guardado el anillo y me lo dio hasta que el juego terminó. Él corrió a mis brazos como siempre lo hacía después de un partido, pero esta vez, en lugar de cargarlo, me puse de rodillas. Nunca olvidaré la mirada en su rostro o la manera en que sonó cuando dijo: —Sí.

Ya no éramos, Eduardo, Daniel y yo contra el mundo.

Tenía a Joaquín y él era el número uno en mi equipo.

FIN

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HEMOS LLEGADO AL FIN, SUBIRE MÁS ADAPTACIONES ASI QUE LES RECOMIENDO QUE ME SIGAN PARA QUE LES LLEGUEN LAS NOTIFICACIONES. 
GRACIAS POR EL APOYO Y LA ESPERA! 

2.- YO SOY TUYO (EMILIACO) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora