Cynthia Spring, es como cualquier mujer de Nueva York. Poco tiempo libre, pocas relaciones sociales y mucho trabajo. El único amigo que aún sigue a su lado desde su infancia es Stephen Strange, un neurocirujano muy reconocido pero increíblemente arr...
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Stephen comenzó su entrenamiento, lo primero era acudir a la biblioteca donde quería leer todo lo que el tiempo mismo le permitiese. Cynthia flotaba a su alrededor, asomándose sobre su hombro mientras leía con él. No podía agarrar nada, así que debía aprovechar. Era interesante tener otro punto de vista, ella había leído libros similares, pero ni de lejos se parecían. Aquellos libros contenían información real y verdadera, contenían poder entre sus hojas y cuando sus ojos leían, sentía que se llenaba. Se alimentaba del conocimiento y el poder que aquellos libros le ofrecían.
Conforme los días pasaban, Stephen seguía leyendo libros con una rapidez asombrosa. Antes de darse cuanta ya los había terminado y debía devolverlos.
-Señor Strange. -saludo Wong cuando él devolvía unos libros en la biblioteca.
-Stephen, por favor -corrigió él.- ¿Y usted es?
-Wong.
-¿Solo Wong? ¿Como Adele? o como Aristóteles... O Bono... -la voz de Stephen iba disminuyendo a medida que veía el rostro serio de Wong- ... Eminem.
Wong agarró los libros que devolvía mientras los examinaba, ignorándolo. Cynthia floto a su alrededor, negando con la cabeza. A veces cuando se ponía nervioso decía muchas tonterías.
-El libro del sol invisible; astronomía nova; Codex imperium; la clave de Salomon... ¿Lo has terminado todos? -Wong lo miró incrédulo.
-Sip
-Venga conmigo.
Wong lo guió escaleras abajo, hasta una sección pequeña.
-Esta sección es solo para maestros, pero si yo lo permito otros pueden entrar. -explicó Wong- ¿Como va su sánscrito?
-Tengo buen dominio del traductor google.
Stephen se fijo en unos libros en concreto.
-¿Y esos libros?
-Son la colección privada de la Ancestral.
-¿Están prohibidos?
-En Kamar-taj no hay conocimiento prohibido, solo ciertas prácticas. -corrigió Wong
Stephen agarro uno de los libros y lo examinó. Ella se asomó por su hombro para observar su contenido. Los hechizos llegaban a sus ojos pero todo era demasiado confuso para ella.
-Le faltan páginas. -menciono Stephen
-Ese libro es El libro de Cagliostro, el estudio del tiempo. Un antiguo maestro, Kaecilius, robo sus páginas después de colgar al antiguo bibliotecario y separar su cabeza de su cuerpo. Ahora yo soy el guardián de estos libros, así que si alguno de estos desapareciese yo lo sabría y usted estaría muerto antes de darse cuenta.
Wong agarró el libro que Stephen tenía en la mano y lo cerró, arrancándolo de sus manos. Stephen lo miró perplejo por la amenaza, pero no se movió ni parpadeo.
