Cynthia Spring, es como cualquier mujer de Nueva York. Poco tiempo libre, pocas relaciones sociales y mucho trabajo. El único amigo que aún sigue a su lado desde su infancia es Stephen Strange, un neurocirujano muy reconocido pero increíblemente arr...
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La nave no solo había disparado una vez, lo había hecho varias veces dejando la sede de los Avengers totalmente en ruinas. Cynthia escuchaba las explosiones y como los escombros se derrumbaban. Sentía su corazón latir cada vez más rápido, nerviosa y preocupada. Se envolvió en un escudo que la protegió de los impactos y los escombros, junto a Thor quien era el más cercano a ella en ese instante. Ella se agarró a su brazo mientras todo se derrumbaba a su paso. Todos acabaron separados y tuvieron que buscarse la vida a su manera. Cuando dejaron de disparar, y el silencio se hizo hasta doloroso, ella impulsó los escombros fuera, empujándolos. Thor y ella se miraron, buscaron una manera de salir y mirar al exterior. Finalmente encontraron un hueco y pudieron asomarse.
Thanos estaba allí, sentado y solo. No parecía normal. Ni Thor ni ella hicieron comentario alguno, solo lo observaron pensativos. Parecía esperar algo. Escuchó algunas rocas moverse, ella giró su rostro y vio a Tony Stark y Steve Rogers caminar hasta su lado, abriéndose paso. Tony la miró brevemente, como si comprobase que estaba bien. Él se sintió aliviado al verla, sabía que estaba bien, se necesitaba más que unos escombros para detenerla. Pero ella seguía siendo humana y como tal podía morir y acabar herida. Si quería tenerla a salvo necesitaba una armadura. Cynthia lo miró y suspiró aliviada de verlos enteros.
Los cuatro permanecieron observando al titán, en silencio y pensativos.
-¿Qué está haciendo? -preguntó Tony
-Absolutamente nada. -contestó Thor arrugando su frente.
-¿Y las gemas?-preguntó Steve.
-Probablemente debajo de los escombros solo sé que no las tiene. -habló Thor
-Parece que está esperando. -dijo Cynthia- Todo esto parece una trampa.
-Me da igual. -dijo Tony, su tono de voz sonaba diferente. Estaba molestó, enfadado.- No podemos dejar que se salga con la suya esta vez.
-Bien. Parece que estamos de acuerdo. -Thor invocó una tormenta y los rayos en el cielo impactaron sobre él. Tenía ahora el martillo en una mano y en la otra un hacha.- Vamos a matarlo como es debido esta vez.
Tony sostuvo la mirada de Cynthia. Algo había cambiado, ella no tenía miedo, no parecía molesta o furiosa. Por un momento pensó... qué quizá sabía algo ... Antes de que Cynthia avanzará, él la sostuvo del brazo. Ella miró su brazo, él había colocado algo metálico como un brazalete, la nanotecnología se extendió por su cuerpo. Tenía los brazos y el pecho protegido por una armadura. Ella alzó la mirada y lo miró, se sentía agradecida.
-Ten cuidado. Prométeme que tendrás cuidado. -Tony no entendía porqué sentía la necesidad de que ella prometiese aquello. No sabía si era por su mirada, pero tenía un mal presentimiento.
Cynthia sonrió, aunque Tony no se sintió aliviado. Quizá por qué al final, ella no le prometió nada. Los cuatro caminaron a su ritmo hacía Thanos. No era el mismo que ella recordaba. Ese Thanos se veía distinto, pero era lo justo, ella tampoco era la misma mujer que hace cinco años.
