Love in dark times (Doctor Stephen Strange x oc)

14. El duelo



🔥(Aviso: Este capítulo contiene escenas sexuales)🔥

El hombre asiático ante ella movía sus manos nerviosamente. Acaba de contar una parte bastante íntima de su vida concretamente, sus sueños. Pero esto no era lo que le interesaba, todo el mundo podía soñar cosas extrañas, recuerdos o incluso traumas. Pero que su hija se fuese a la cama una noche con total normalidad, y no volviese a despertar, sí que le interesaba. No era normal entrar en coma sin más. Sospechaba de algún tipo de magia pero solo podía estar segura de una manera.

-¿Podría ir a visitar a su hija? Su caso me parece muy interesante y me gustaría verlo de cerca.

El señor asintió. Quizás si veía a la mujer podría averiguar que le ocurrió o qué tipo de magia le estaba afectando.

David se asomó en ese momento, justo cuando el señor se levantaba para irse. Ella lo acompañó hasta la puerta y se despidió con una sonrisa.

-¿Qué pasa? -preguntó Cynthia

-Stephen, está arriba y te está buscando. Dice que su hechizo ha detectado magia demoníaca.

-¿Dónde?

David se encogió de hombros.

-Quería hablar contigo.

Ella se alejó de David y subió las escaleras en busca de Stephen. Lo vio cerca de una estantería curioseando los libros que allí había. En cuanto la escuchó se giró con una leve sonrisa en los labios como si con solo verla ya se sintiese feliz.

-David me ha avisado de la energía demoníaca. ¿Es muy...

No pudo llegar a terminar la pregunta, los labios de Stephen la callaron con un beso. Un beso corto que la dejó sorprendida. Últimamente estaba volviéndose más atrevido, como si no le importase lo que el resto de maestros podían pensar de su imprudencia.

-Vamos.

-¿Qué? - se sintió confundida ¿Cómo podía cambiar tan rápido de un tema a otro?

-Vamos a cazar un demonio. -dijo guiñando el ojo.

No era el mejor plan para un viernes por la tarde, pero era lo mejor que habia. Solo necesito decir eso para que Cynthia lo siguiera o quizá aún seguía confundida y simplemente lo sitio por inercia. Stephen abrió un portal y ambos lo atravesaron llegando a un bosque de abetos y pinos. En el suelo había helechos y pequeños arbustos. El lugar era bonito de no ser por la energía que sentía, tan pesada y oscura. Sentía un sabor agrió en su boca y el olor a azufre inundaba sus cosas nasales.

Ambos caminaban despacio y en silencio atentos a cualquier indicio de peligro. Algo no iba bien y podían sentirlo. No sólo era el silencio antinatural que la envolvía, el ambiente se sentía distinto, cargado de energías negativas.

-¿Puedes sentirlo? -preguntó Cynthia

Stephen asintió a su lado, se sentía de la misma manera.

Ese tipo de energía solo podía ser de una cosa, Cynthia cerro los ojos y se concentro buscando que había ocurrido en aquel lugar. La visión llegó a ella y aunque le dolía la cabeza pudo ver claramente que había pasado. Habían llamado a un demonio.

En realidad estos seres existían, en su propia dimensión, aunque a veces, venían de lugares interdimensionales, ese espacio vacío entre universos. Llamarlos era un error tremendo, porque solo causaban caos, destrucción y muerte.

Una bruja había hecho una invocación y ahora era el trabajo de ellos destruir o mandar al demonio de vuelta. Antes de que hiciera daño a alguien.

Stephen siguió caminando pero Cynthia se paró, giro su rostro lentamente hacia atrás, hacia los árboles. No parecía haber nada ahí, pero ella no apartó la mirada. Podía sentir como algo la miraba, sentía ese cosquilleo en su nuca que nunca le fallaba. Stephen parecía ajeno a su estado de alerta, miraba a su alrededor pero no se percató que ella no movía ni un músculo.