Cynthia Spring, es como cualquier mujer de Nueva York. Poco tiempo libre, pocas relaciones sociales y mucho trabajo. El único amigo que aún sigue a su lado desde su infancia es Stephen Strange, un neurocirujano muy reconocido pero increíblemente arr...
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Antes de ir a la sede de los Vengadores donde estaban todos los vengadores originales intentando llevar a cabo el prototipo, ella decidió visitar Londres para ver a su amigo William. Él, muy eficientemente, se estaba ocupando del santuario de Londres, solo. William no era muy hablador pero lo ocurrido había provocado en él, un profundo sentimiento de tristeza que con el tiempo se había convertido en depresión. Ella no sabía cómo ayudarle salvo por la noticia de que quizá, por primera, vez todo podría salir bien. Había ido poco a verlo, aunque ella tampoco es que estuviera en su mejor momento, aún así, nunca perdieron el contacto. Cynthia era la Hechicera Suprema, eso suponía que los maestros debían informarle de cualquier cambio, noticia, anormalidad...
-Todo saldrá bien William. - dijo ella tras explicar el plan. Pero él no parecía reaccionar a sus palabras, la miro y asintió.
Ella suspiró.
-Prometo que David volverá, todos lo harán. - William la miro brevemente ante la mención de aquel nombre y ella sonrío con tristeza.
Cynthia desapareció, mirando a su amigo por última vez. Había hecho una promesa, los traería a todos de vuelta, sin importar el costo. Atravesó Kamar-taj hasta el santuario de Hong Kong, allí estaba Wong con algunos hechiceros. Los aprendices se inclinaron mostrando respeto. Ella había llegado a olvidar el cargo que tenía, el más alto entre los suyos y aquellas muestras de respeto la seguían sorprendiendo e incomodando a la vez.
-Qué agradable sorpresa. No sueles venir a verme a no ser que te llame ¿Qué ocurre? -habló Wong. Él también se había inclinado como saludo, aunque solo hacía cuando había otras personas delante.
Cynthia alzo la ceja.
-¿Acaso no puedo venir a ver a un amigo?
Wong la miró sospechosamente, y se alejó del grupo para acercarse a ella.
-No lo has hecho en 5 años no creo que empieces ahora. Dime. ¿Hay algún problema?
-En realidad tengo buenas noticias. -Wong la miró esperando.- Vamos a traer de vuelta a todos.
-¿Vamos? Cya, ya hemos hablado esto, sin las gemas...
-¿Y si pudiera conseguir las gemas? Si pudiéramos viajar en el tiempo y conseguir las gemas, podríamos revertir el chasquido.
Wong observo el brillo en los ojos de Cynthia, la emoción, la desesperación por querer que todo funcionase. Él no creía que fuese posible, pero no se veía capaz de cortar aquella esperanza.
-Es peligroso...
-Todo lo que hacemos es peligroso...
-Podrías interferir en la línea de tiempo. Te recuerdo que jugar con el tiempo es peligroso...
-Solo quería avisarte. Tiene que funcionar, tienen que volver. -ella miró a su amigo con una sonrisa triste.- No creo que pueda vivir con esta sensación en el pecho...
