20. Spider-Man

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Había salvado a una niña. Puede que emocionalmente no estuviera muy estable pero se sentía bien. Aliviada de que la niña volviera con su madre, alegre de tener un final feliz, por qué en el fondo sentía que se lo merecía. No quería perder a más niños, no podía. Había descubierto que tenía una debilidad muy importante, los niños. Ellos le recordaban lo que no pudo hacer por April. Abría viejas heridas en lo más profundo de su corazón. Algo había cambiado dentro de ella con aquella simple acción. No sabía si era por salvar a la niña, si era por el nuevo hechizo que había aprendido o era por Stephen. Quizá una mezcla de todo. 

Stephen... 

Seguía sin saber que había entre ambos. Podían besarse y desearse, y volver a su compañerismo y amistad como si nada. Se sentía confundida, sobre todo por su corazón. Empezaba a desear otras cosas que no sabía si era oportuno pedir. Sentía miedo de que aquellos sentimientos no fueran correspondidos y... no era tan buena expresándose como aparentaba así que simplemente... fingió. Fingió querer lo mismo que él, fingió que no lo miraba más de la cuenta o que no para de pensar en él. Fingió que no recordaba cada momento que pasaba a su lado, cada caricia que le daba en la intimidad.

Fingió, hasta que en algún momento, sería verdad. Algún día dejaría de imaginar cómo la invitaba a cenar, o de fantasear con un día en el que simplemente diría esas dos palabras que ansiaba escuchar. Pero quizás ese momento nunca llegaría. Solo le quedaba conformarse...

(...)

Cynthia se encontraba en el santuario de Nueva York, concretamente sentada en el sofá con un libro en sus manos. Delante en una vitrina de cristal, había un artefacto, dicho objeto se llamaba "la vara mágica de watoon", de hecho el libro que leía era sobre aquel raro objeto. Poco se sabía salvo que era una extraña reliquia perdida hace mucho tiempo.

Su misión era vigilar el objeto, Stephen y Wong lo  habían conseguido casi por casualidad y ahora necesitaban información. Stephen estaba en Kamar-taj averiguando qué peligro suponía la nueva reliquia. Wong y ella debía cuidar dicho objeto.

Unos cristales se rompieron, el sonido sonaba lejano y Cynthia dejó el libro en la mesa. Sus manos brillaron listas para luchar. ¿Quién había entrado en el santuario? Se preparó para la pelea, pero cuando salió de la habitación se encontró una escena extraña y poco usual. Un joven con un traje rojo, azul y negro representando una araña estaba luchando contra unos ninjas de ropa oscura. Aparpadeó sorprendida, ella pensó que había llegado a un momento de su vida en que nada sobrenatural podía sorprenderla, pero resultaba que ver a ninjas disparar rayos por sus ojos, pudo con ella. Reconoció de inmediato al héroe que lanzaba telarañas, era un héroe que vio en sus visiones alguna vez. En la televisión, los noticieros lo llamaban Spider-man, un héroe que ayudaba a cada persona que necesitaba ayuda, fuese lo que fuese. Desde recoger gatitos atrapados hasta detener ladrones, estaba dispuesto a todo.

Stephen no la creería cuando se lo contara.

Cynthia movió sus manos, una cuerda blanca agarró a los cuatro ninjas lanzandolos al otro lado del santuario justo cuando el joven se veía sobrepasado. Aquellos ninjas podían lanzar unos extraños rayos violetas por los ojos, que si impactaban en cualquier humano lo harían retorcerse de dolor. Era algún tipo de magia que desconocía. 

-No se quien eres, ni como hiciste eso pero gracias. -dijo Spider-man.

-No tienen nada que hacer contra mí. -dijo Cynthia a los intrusos, y movió sus manos invocando un viento tan intensó que los obligo a salir del santuario.

-Impresionante, el mago de mi barrio se queda corto...

Cynthia no supo si ofenderse o reírse por la comparación. El joven saltó hasta la ventana para seguirlos.

Love in dark times (Doctor Stephen Strange x oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora