Love in dark times (Doctor Stephen Strange x oc)

39. Despertar

Stephen se inclinó hacía Cynthia su mano tembló mientras tocaba su cuello buscando su pulso. Tony aún sostenía su cuerpo, no se sentía capaz de soltarla, tenía su cabeza apoyada en sus piernas. Ella se había desmayado, aún estaba viva, pero estaba muy pálida y su corazón latía débil, no le quedaba mucho tiempo. Cuando Stephen iba a revisar su cuerpo se dio cuenta del charco de sangre. Su pierna estaba herida y ella había usado las gemas pero no había pensado en sí misma. Estaba perdiendo demasiada sangre. Stephen buscó la gema del tiempo, podía salvarla como hizo antes, solo necesitaba la gema. Solo tenía que sacarla del bastón, la serpiente de vishanti custodiaba las gemas. Él agarró el bastón, intentó sacar la gema pero era inútil. El bastón solo obedecía a una persona.

-¿Qué estas haciendo? -Tony arrugó su frente.

-Necesita una intervención, esta perdiendo demasiada sangre...

Tony la cargó entre sus brazos, la nanotecnología lo envolvió hasta que la armadura lo cubrió por completo.

-Nos vemos en la sede de los vengadores. -Ironman se alzó hacía el cielo sin despedirse hacía la sede que había sido reconstruida gracias a ella.

Stephen apretó la mandíbula mientras lo observaba llevársela. No podía hacer nada, era una sensación horrible. No podía curarla con sus manos, no podía usar las gemas, atrapadas en el bastón, y la magia no era suficiente. Solo podía esperar, desear que Tony hiciera todo por ella.

Él pocas veces se había sentido tan aterrado como en ese momento. Cynthia no despertaba. Sabía que la sede de los Vengadores era el lugar más cercano y con la tecnología suficiente para curarla. Hubiera deseado operarla él mismo pero el temblor en sus manos lo hacía imposible. Por suerte, en Wakanda había buenos médicos. Por primera vez, Stephen tenía que quedarse en la sala de espera mientras operaban y cosían a la mujer que más amaba. Él solo podía ver la sangre en su ropa, ella nunca había sangrado tanto...

Tony la dejó sobre la camilla los brazos mecánicos desvestían su cuerpo con cuidado. La imagen que tenía delante era peor de lo que había imaginado. La peor parte la tenía su pierna. Tchalla había llamado a algunos doctores que tenía en palacio para ayudarla, pero se dieron cuenta que era un caso perdido. Solo podían cerrar la herida y hacer una transfusión de sangre. Tony la cubrió con una sabana cuando la herida de su pierna estuvo cerrada, aquella herida le dejaría una fea cicatriz y secuelas para toda su vida... si despertaba. Por qué ahora solo podían esperar.

Muchos volvieron a su hogar después de la batalla, otros se quedaron a esperar. Bruce, Steve, Wanda, Stephen, Tony y Pepper Potts. Tony sabía que no podía posponerlo más, debía ser sincero con Pepper, habían pasado 5 años, había cambiado muchas cosas. Así que acompañó a Pepper a su cabaña donde Morgan lo esperaba y comenzó a sincerarse por el caminó. Sabía que le estaba rompiendo el corazón, pero no era culpa suya que su corazón hubiera cambiado, que él estuviera enamorado de Cynthia.

(...)

Cynthia pensó que la muerte sería oscura, fría y tétrica, pero se equivocaba, se encontraba en un lugar que parecía una enorme habitación blanca. Bien iluminada, brillante y cálida, casi como una sala de hospital. En aquella habitación no había nada, solo era un suelo y cuatro paredes. Lo único destacable era la persona que tenía delante. April la miraba con una enorme sonrisa, feliz y contenta. Era la misma niña que recordaba, con aquel vestido azul, el último que llevó en su vida. No sabía sí aquello era real o no, sí estaba muerta o sí solo era su imaginación, pero estaba tan cansada de todo que no le importó. April estiró sus manos hacia ella, Cynthia, no pudo evitar acercarse y quedar de rodillas en el suelo ante ella para abrazarla. Podía sentirla como si fuera real.