34. La visión.

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Cynthia estaba sentaba en el borde del puerto. Sus piernas colgaban sin llegar a mojarse. Escuchaba el sonido de las olas del mar mientras veía el sol ocultarse, el olor a mar era agradable para su nariz. El paisaje era precioso. El agua se revolvió y asomó una criatura, una ballena que exhaló y respiró de nuevo antes de hundirse. Podía ver el vaho que había dejado a su paso. No estaba sola, un grupo de ballenas seguían su camino. Su canto, sus sonidos se mezclaban con el mar. Nunca había visto una ballena en Nueva York, pero ahora, sin la contaminación y sin tantos barcos en el puerto la naturaleza iba tomando terreno. El mundo había cambiado tras el chasquico, para bien o para mal había tenido unas consecuencias.

Ella tampoco estaba sola, ahora lo sabía, lo comprendía. Tenía a Tony y a Morgan, a Wong y William, incluso un dragón. Podía decir que tenía una familia que se preocupaban por ella y la querían. Cynthia los amaba a cada uno con todo su corazón, se sentía dispuesta a todo por ellos. Aunque siempre tendría una sombra tras ella, la sombra de una persona que amaba, que perdió y que no pudo cuidar como debía. El mayor fracaso de su vida. Aunque había conseguido aprender de ello, ahora valoraba lo que tenía y lo cuidaría aunque la vida le fuese en ello. Antes iba allí, al puerto, para sumirse en el dolor y la pena, ahora iba para relajarse, para admirar el paisaje. Jamás hubiera imaginado que cambiaría de esa manera, se sentía aliviada. Había costado mucho, demasiado dolor, pero ahora, se sentía diferente, como si fuera otra persona, en el buen sentido claro.

Su mano acarició el collar que llevaba, no se lo había quitado desde que se lo regalaron. No había tenido mucho tiempo para investigarlo, pero seguía teniendo curiosidad. Quería averiguar qué significaba aquella visión, quería saber qué significaba aquel libro para ella... ¿Porqué era importante el libro de los Vishanti?... Era un libro perdido, que nadie creía que fuera real, pero lo era. Muy pocos lo habían conseguido y sabía que era cuestión de tiempo dar con el libro. Una parte de ella se sentía ansiosa, ese libro era una fuente de poder muy importante, si lo tenía en sus manos podría protegerlos a todos...

Ironman sobrevoló la zona del puerto y aterrizó justo a su lado. Ella lo miró con una sonrisa, mientras él se sentaba a su lado despreocupadamente. El casco se replegó y ambos pudieron mirarse.

-No sabía que te gustaba el mar.

-Este sitio es especial para mí, quizá algún día te cuente. -contestó con una sonrisa misteriosa.

Una de las cosas que sorprendían a Cynthia era la normalidad con la que se trataban. Después de ese momento íntimo que habían tenido no había ni una sola incomodidad entre ambos, Tony y ella tenían una relación. Cynthia no sabía hasta que punto era formal, pero ninguno parecía ocultar sus muestras de cariño. Él parecía mirarla de otra manera, a veces sostenía su mano y dejaba beso en el ella. Otras, acariciaba su mejilla o sostenía su rostro entre sus manos más tiempo del necesario. Pero ninguna de esas cosas la molestaban, de hecho, aquella muestras de cariño ablandaban su corazón, las necesitaba. Necesitaba aquellos besos, a veces eran en la cabeza tan inocentes, otros eran en los labios, tan cálidos y suaves y otros eran en el cuello, sensuales y ardientes.

Love in dark times (Doctor Stephen Strange x oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora