Capítulo 37: Narra Nina

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De veras no quería preguntarle a mi madre sobre la invitación de Chris, sabía perfectamente que me iba a decir "Con Chris, solos en una ciudad, sin supervisión de ningún adulto, ni lo pienses" Bueno...si dice eso, técnicamente Chris es un adulto.

— ¡Pero que maravillosa idea! —dice Meredith

Cruze miradas con mi madre y me tembló todo el cuerpo. Estaba clarísimo que no me dejaría y con esa mirada me confirmo.

Quise esconderme tras Chris como si fuera mi escudo, pero decidí que eso sería muy inmaduro, ya es tiempo de que enfrente mis problemas.

Meredith se percata de la cara de mi madre y añade:

— ¡Vamos Danna! No seas aguafiestas.

— ¿Yo? ¿Aguafiestas? —dice riendo—Déjame recordarte que yo era lo contrario a aguafiestas en nuestros tiempos Meredith.

—Lo recuerdo muy bien—dice Meredith carcajeando.

—Bueno... ¿Eso es un sí? — pregunto.

—Claro...—por un segundo mi corazón se alegró—que no—y luego se me fue toda esperanza.

—Mamá por favor—digo.

—Danna—dice Chris.

Todas fijamos nuestra atención en él, expectantes a lo que dirá. Mi madre -claro está- lo fulmina con la mirada.

—Quiero que sepas que jamás le haría daño a su hija, si no confía en mi... está bien, lo entiendo, pero debe saber que me encantaría su compañía.

Listo, mi corazón se derritió.

Meredith felicito a Chris por su discurso con un pulgar arriba.

— ¿Y bien? —pregunta Meredith.

—Escúchame Chris, si le tocas un solo pelo te las veras conmigo.

—Lo prometo.

— ¡Es un sí! —digo chillando.

Me controlo antes de mirar a Chris. Sus ojos seguían cada movimiento que hacía y en ellos había un brillo de felicidad.

—Hay una cosa más—digo

— ¿Más? —dice mi madre un poco sorprendida.

—Dylan no puede saber de este viaje.

Ambas al unísono dicen:

—Claro que no.

Me relaje al escuchar sus respuestas.

Organizamos los pasajes, la fecha- que sería la próxima semana- y una excusa para decirle a Dylan.

Resulta que yo iría a "visitar a mis amigos de Castlelot" cosa que no pasara. Esa era la excusa perfecta para mi hermano.

Pasaron los días y se acercaba el día del viaje. La mentira ya se la habíamos servido a Dylan y él se la había tragado completita. Hasta que finalmente llegó la hora.

—Tus remedios, tu cepillo de dientes, tu...—mi madre iba nombrando cosas camino al aeropuerto, pero deje de prestarle atención. Estaba muy nerviosa como para pensar en otra cosa.

—Sí mama, llevo todo.

No sé porque se preocupaba tanto, solo será una noche.

Después de su discurso y su despedida emotiva finalmente me tuve que separar de ella, ya que entre a una parte del aeropuerto restringida para la gente que no abordaría.

Empecé a caminar buscando la puerta de embarque. Mi celular emitió un ruido, me detuve para observarlo.

—Te estoy viendo—me escribe Chris.

—Eso es perturbador—le respondo.

Lo busco con la mirada, pero no lo encuentro, por lo que decido caminar a mi destino inicial. Mis estúpidas piernas dejaron de funcionar, es como si jamás haya caminado antes, no sé si es por los nervios, pero estoy a punto de cortarme las piernas por la vergüenza que me están haciendo pasar. Caminaba como pato recién atropellado.

Logré llegar a mi destino y me senté rápidamente antes de pasar más vergüenza.

Escuche un sonido proveniente de los parlantes del aeropuerto lo que significaba que iban a dar un aviso. Justo en ese momento me llega un mensaje de Chris.

—Sigue la corriente—es lo que me mando.

¿Seguir la corriente de qué?

—Damas y caballeros—se escucha la voz de Chris en todo el aeropuerto.

No, no por favor.

—Hoy vengo junto a una hermosa chica...

Mis mejillas se enrojecieron de la vergüenza.

—...por favor, mi amor, ponte de pie—¿Mi amor? Y a este que le pico.

Es exactamente lo que hice, seguir la corriente. Hice una reverencia ante todos los expectantes, la verdad no sé porque lo hice.

—Llevamos juntos cuatro años y lleva a nuestro hermoso hijo en su vientre.

Que mierda Chris.

Se escuchan aplausos. Yo avergonzada lo fulmino con la mirada.

— ¿Quieres ser mi esposa y convertirme en el hombre más feliz del mundo?

Dudo en responderle. Si le digo que no, pues lo dejaría en vergüenza y sería una gran venganza, pero él quería que siguiera la corriente, ya habrá tiempo para vengarme.

—Claro que si— digo con una sonrisa falsa en la cara.

Ambos corremos para encontrarnos y nos abrazamos. Tuve que sacar todos mis dotes de actuación para hacer eso.

Todos nos felicitaron con aplausos, sonrisas y abrazos.

—Gracias—decía una y otra vez.

—Te voy a matar- digo entre dientes.

—Cuando quieras.

Nos sentamos en el avión en nuestros asientos respectivos, pero una asistente de vuelo vino hacia nosotros.

—¿Ustedes son los recién comprometidos?

—Así es—dice Chris tomándome la mano.

—La pareja que ven allí—fije mi mirada en una pareja de abuelos— me ha insistido en que los cambie de asiento. Ellos quieren darles sus asientos en primera clase como regalo de bodas.

—Es muy amable de su parte—digo.

—Todo lo que beban y coman va por parte de la aerolínea.

Luego de cambiarnos de asiento y agradecerle tanto a la pareja como a la aerolínea nos sentamos en primera clase.

—Debo admitir que fue un buen plan—digo con una copa en la mano.

—Lo sé... y por cierto Rapunzel, voy ganando. —dice triunfante.

Creí que esto de las bromitas había terminado al parecer no.

—No por mucho—digo.

Bebo el contenido de mi copa de un sorbo. Estaba delicioso no sé lo que era, solo sé que contenía alcohol.

Chris tenía que repasar algunas cosas de la escuela mientras yo solo lo miraba aburrida.

Era un viaje de seis horas. De pronto me di cuenta...Chris se iría a la universidad, estaría a kilómetros de distancia, mi estúpido corazón de apretó. Aparte ese pensamiento. Decidí ver una película, pero no logre prestar atención. Mi mente no dejaba de dar vueltas.

Al terminar la película me fije en Chris, quien yacía durmiendo en el asiento reclinado. Tan vulnerable... perfecto para una broma.

Destape mi marcador permanente...le dibuje un bigote francés y unos anteojos de Harry Potter. Perfecto, una obra maestra, casi lo olvido, la famosa cicatriz de Harry.

— Y listo— digo susurrando.

Decido intentar dormir. Según el mapa solo quedaban dos horas por lo que me tomé una píldoras para ayudarme a dormir, luego de unos minutos caí como un tronco. 

Lo Real (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora