Lo Real (TERMINADA)

Capítulo 41: Narra Nina (Final)

En el momento en el que me pidió ser su novia no podía creerlo, por supuesto le dije que sí.

Al llegar a casa le conté a mis amigas y a mi madre. Realmente estaba feliz.

Tras pasar los días note que Chris me estaba ignorando, no lo se si es por todo eso de mantenerlo en secreto o simplemente necesitaba su tiempo.

Pase esta semana con mis amigas y decidí enfocarme en ellas ya que Chris ni siquiera aparecía en el colegio. Decidí llamarlo.

—¡Hola! —le digo animada.

—Tenemos que hablar, nos vemos en el parque.

Luego cuelga.

El "tenemos que hablar" nunca es buena señal. Espere ansiosa el termino de clases, cuando terminaron, corrí al parque

Y ahí estaba con la ceja rota y los labios también.

—¡Dios! ¿Qué te paso? —digo posicionando mi mano en su mejilla.

El sostiene mi mano y la quita.

—Creo...creo que esto fue un error—dice

—¿A qué te refieres?

—Lo nuestro, mira, jamás debería haberme involucrado contigo. Lo siento—dicho esto se marcha dejándome en medio del parque en un mar de lágrimas.

¿Qué mierda? ¿Qué clase de persona hace eso?

Me quedo allí unas horas hasta que decido ir a casa de Rachel.

Corro para que la lluvia se mezcle con mis lágrimas. Mi teléfono no tenía batería por lo que no podía llamar a nadie. Simplemente aparezco en casa de Rachel.

Toco el timbre sin antes limpiarme las lágrimas. Su madre abre la puerta.

—Hola ¿Esta Rachel?

—Pobre nena, debes estar congelándote, pasa.

Me dirijo directo a su habitación, pero antes de entrar escucho sollozos. Regreso al baño para intentar que parezca que no lloré y entro cuidadosamente a la pieza de Rachel.

—Rachel ¿Qué sucede?

Estaba en su cama llorando, hecha un ovillo.

—Ya no puedo ocultártelo más— dice entre sollozos.

Me aguanto mis lagrimas por culpa de Chris y me cetro en Rachel, este era su momento no el mío y no era quien para arruinárselo.

—¿Qué pasa, dime? —digo recostándome junto a ella.

—La verdadera razón por la que me mude es...es porque aquí en Molinway tienen los mejores hospitales del país.

Yo asiento asustada.

—Nina, tengo cáncer.

Con esas palabras mi mundo se derrumbó, literalmente.

Todo parecía tan perfecto, tan...tan real y con un cerrar de ojos todo se derrumbó. 

FIN