Capítulo 21: Narra Nina

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Gracias a Dios escuchamos a Sara gritar, si no, no nos hubiéramos separados y Dylan estaría furioso.

Trajimos algunas mantas-especiales para que no se pase el frio de la nieve- y las pusimos sobre el suelo, pasar casi cinco horas de pie no es agradable, ya solo nos faltaban tres horas, nos turnamos para completar la guía y mirar por el telescopio.

De vez en cuando cruzaba miradas con Chris, su mirada profunda hacía que mirase más que solo ojos, podía ver...más, pero no sé qué.

Ya empezaba a tener frío por lo que yo y Sara empezamos a saltar para hacer calor y mover los brazos.

Me puse mi gorro y encontré unos guantes enormes y me los puse.

Era el turno de las mujeres para completar la guía, ambas nos sentamos sobre la manta y empezamos a escribir esas coordenadas y cosas que no entiendo.

Sara me susurra:

-Bese a Dylan.

No me lo esperaba la verdad, a quien engaño claro que sí.

-Bese a Chris-susurro.

Los chicos estaban muy distraídos como para prestarnos atención.

-Lo sé-dice en voz baja.

-Gracias por lo de antes -si no fuese por su grito estaría muerta.

-Me debes una.

Claro que le debo una.

-Los hombres son unos idiotas-dice.

Estoy de acuerdo.

Después de terminar nuestra parte de la guía Sara empezó a quedarse dormida, hasta que finalmente se nos fue de este mundo.

- ¿Dónde están mis guantes? -pregunta Chris rebuscando en la mochila.

Creo que yo soy la culpable.

Levanto ambas manos para que las mire, el al ver sus guantes entrecierra sus ojos y niega con la cabeza.

Hago ademan de devolvérselos, pero él dice:

-Hace frío, tenlos tú-dice.

Sara se durmió las siguientes horas, mientras que nosotros comíamos la comida que trajo Dylan.

De mi mochila saco las gomitas que me regalo mi supuesto novio misterioso-Chris- él las mira, luego se fija en Dylan-que estaba concentrado en el telescopio- y sonríe mostrando sus hoyuelos.

Finalmente terminamos, despertamos a Sara, más bien Chris le tiro nieve en la cara y despertó furiosa y nos fuimos de allí, daba bastante miedo el bosque, todo estaba tan oscuro, pero a la vez tan blanco.

La semana paso rápido, me concentré en esquiar y estar con mis nuevas amigas, cruce miradas con Chris de vez en cuando, pero nada más, no tuve la oportunidad de agradecerle por su regalo.

Hoy era el último día en Zerllan, fue una semana inolvidable, por lo que para aprovecharlo me desperté a las siete de la mañana. - hora que abren los andariveles-dado que nos vamos a las ocho de la noche, tenía todo el día.

El lugar estaba vacío, salvo por la gente que trabaja allí o algún loco que se despierta a estas horas un día sábado, que para mí era un gran sacrificio a mis horas de sueño.

- ¿Nina? -me dice una voz detrás mío.

Me vuelvo para mirar quien me hablaba, pero no lo reconocía con su gorro y antiparras.

Al parecer se dio cuenta ya que dice:

-Soy Lucas.

Lucas, El del bar en la fiesta.

Lo Real (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora