Traidora (Draco Malfoy)

Capítulo 4

El rostro de Pansy se tensó por la furia de haber sido humillada frente a todos los estudiantes de Slytherin, y seguida por su séquito salió de la sala común.

Volteé sonriente para toparme con una rubia despampanante de enormes ojos verdes y cuerpo escultural, bien podía parecer una diosa, Della Thorne, posiblemente la chica más hermosa de todo el colegio, mi expresión de sorpresa solo podía compararse con la de Layla, porque a pesar de que era de nuestro mismo curso, nunca habíamos convivido mucho con ella ya que siempre andaba con Malfoy y su grupo de amigos, por eso es que me sorprendía que estuviera justo delante de mi y más, que me hubiera defendido.

- Gracias Della- le dije mientras volvía a tomar asiento

- No tienes por qué agradecer- dijo mientra se sentaba a mi lado junto a Layla- esa estúpida se cree mucho solamente porque Draco la llevo al baile de navidad el curso pasado- bajé la mirada al recordar esa noche, una de las peores de mi vida, nunca se lo comenté a nadie, pero todos mi sueños e ilusiones se desmoronaron en solo un minuto, y me volví a hacer otra promesa, no permitiría que nadie supiera de mis sentimientos- Si solo supiera que él solo lo hizo para darle celos a otra chica, y solo la aceptó a ella porque no paraba de molestarlo para que la invitara- dijo riendo, a lo que Layla tambien la siguió

- No lo puedo creer, Draco Malfoy, Principe de Slytherin, tratando de darles celos a una chica, a ver dime ¿quien tuvo semejante honor?- dijo mi amiga mirando a Della muy curiosa

- Esa es la misma pregunta que yo le hago todos los días desde entonces, pero el rubio resulto muy reservado- dijo dedicandome una sonrisa- pero tengo una duda, ¿es cierto que terminastes con Luka Koch?

- Si, creo que como ella decía duramos demasiado

- Al parecer ya todos lo saben- dijo Layla sonriendo

- Es Hogwarts, ¿que esperabas?... Que no te importen sus palabras, no hay nada mejor que estar soltera, mirame a mi, feliz de mi vida, y verás que el día menos pensado el amor de tu vida tocará a tu puerta- dijo Della restandole importancia

No entendía el por qué esta conversación había tomado este rumbo. No me sentía cómoda hablando de esto y menos con ella que no la conocía de nada, estaba tan metida en mis pensamientos que ni siquiera me di cuenta que Della y Layla se habían ido juntas, y tampoco de que Draco Malfoy estaba frente a mí.

- Weasley quería hablar contigo, sobre lo que sucedió hoy en la mañana

- No quiero hablar de eso, sabes, ya paso y yo exageré bastan...

- Mira nunca he hecho esto...pero me siento mal por haberme metido en tu vida y yo solo...- no lo puedo creer, en los cinco años que lo conocía nunca lo había visto disculparse con alguien

- ¿Me estas tratando de pedir disculpas?

- Yo...bueno...yo- que lindo, estaba nervioso, sin poder controlarlo sonreí

- Tranquilo, no haces falta que lo digas, ese tema queda olvidado, es más, debo agradecerte porque a pesar de todo, lo hicistes porque te preocupastes por mi, Gracias Draco- esa era la primera vez que lo llamaba por su nombre desde hace mucho tiempo, y no podía evitar pensar en lo bien que había sonado.

La sala común poco a poco se había vaciado, dejándonos solos, él no me miró mientras caminaba hacia la ventana y se dedicaba a observar el paisaje submarino del lago, me sentía incómoda ahí sentada tocándome las manos con nerviosismo, mientra veía como Draco suspiraba y apoyaba su frente contra el vidrio.

- ¿Te encuentras bien Draco? ¿Dije algo que te incomodara?- no se que fue lo que me motivó pero me encontré caminando hacia él.

Sentí como sus hombros se tensaban incluso por debajo de su uniforme, al poner mi mano en su hombro, siguió mirando a traves de la ventana por unos segundos más, podía sentir la sorpresa y emoción que emanaba de su cuerpo, tanto así que no sabía que hacer con mi mano que seguía reposando tranquilamente en su hombro. Lentamente se fue dando vuelta para mirarme, y me sorprendió al ver que no se veía agresivo, arrogante o con cualquiera de las emociones que estaba acostumbrada a ver en él. En realidad, parecía un chico normal, con miedos e ilusiones, detrás de esa armadura podía ver algo más que un genio académico o un matón de patio de instituto, no sabía que era, pero estaba convencida de que algo quería salir de su interior para demostrar que podía ser más de lo que demostraba a sus padres, a los profesores, compañeros e incluso a sus amigos.