Traidora (Draco Malfoy)

Capítulo 48

Habían pasado dos semanas desde el comienzo de clases y cada día aquí era peor que el anterior, me cuesta tener que admitirlo, pero tal vez Draco tuviera razón al no querer regresar al colegio.

Las clases eran una tortura, literalmente.

Caminábamos por los pasillos con miedo a lo que pudiera pasar, aterrorizado de que alguno de los hermanos Carrow no estuvieran de buen humor, lo cual era lo más común.

- Hoy te levantaste muy temprano – me dijo Layla mientras caminábamos por los pasillos en dirección a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, ahora llamada simplemente Artes Oscuras – Eso no es muy normal en ti

Era cierto, antes era inusual, pero ahora era casi una rutina.

- Draco me despertó – contesté lanzando un bostezo

- ¿Aún tiene pesadillas? – preguntó Della por lo bajo, en estos tiempos parecía que tuviera miedo de que alguien pudiera escuchar lo que hablaba

- No, por suerte desde hace días no tiene ninguna – murmuré – Pero hoy tenía que ir a la Mansión, pero no suele darme muchas explicaciones

- Theo también tuvo que ir a su casa, quisiera saber lo que le está sucediendo – dijo Layla con algo de resignación en su voz – Ellos no quieren involucrarnos

- Son demasiado sobreprotectores... ¡Ten cuidado! – exclamé cuando Ginny pasó por mi lado empujándome con su hombro

- Cierra tu sucia boca – fue su respuesta

- Más respeto con tus mayores, Weasley – dijo Della interponiéndose entre mi hermana y yo – Estoy segura que no quieres una fea cicatriz que deforme tu rostro

- ¿Eso es una amenaza, Thorne? – dijo mi hermana con soberbia

- Puedes estar segura de eso – le respondió mi amiga

- Ya, déjala – dijo Layla interponiéndose entre ambas, mientras yo solo observaba sintiendo como si estuviera paralizada – Tienes cosas más importantes que hacer que rebajarte a las idioteces de estos inmaduros... vamos – nos empujó a ambas de los hombros para que retomáramos nuestro camino

•••

El aula de Artes Oscuras era aún más tenebrosa que cuando Snape la ocupaba, su apariencia era un claro indicio de lo que sucedía entre esas paredes. Hoy teníamos clases con los Hufflepuff, pero aún los chicos de segundo año no habían terminado su clase.

Dos minutos después se escucharon gritos dentro del salón. Todos nos miramos entre nosotros. Otro chillido de dolor retumbó en el pasillo, sin poder contenerme abrí la puerta del aula, pero deseé no haberlo hecho.

Uno de los niños estaba tendido en el suelo sangrando y gritando, lo estaban torturando, mientras que el resto de sus compañeros lloraban sin moverse de su lugar y Amycus Carrow reía haciendo girar su varita.

Estaba horrorizada, al igual que Ernie McMillan, que estaba a mi lado en el marco de la puerta.

- Ni se te ocurra – dijo Della sujetándome del brazo percibiendo lo que estaba pensando hacer, pero la ignoré

- Suéltelo – dije dando un paso dentro del aula

- Oh... pero mira quien nos interrumpe – dijo Amycus al verme... y por suerte olvidando al pobre chico de Gryffindor – Weasley... ven, ven, entra con nosotros

Insegura di unos pasos más, sin alejarme mucho de la puerta, tanto como para todavía escuchar las maldiciones de Della y las frustradas intenciones de Layla por seguirme dentro del salón.