Traidora (Draco Malfoy)

Extra!!!!

Creo que una de las cosas que más he aprendido a valorar en los últimos años son los pequeños detalles, de eso se conforma la vida, de momentos minúsculos que unidos a otros conforma el paso de los días: la belleza de un atardecer, una cena con los buenos amigos, un momento de risas, leer un buen libro, el olor del café cada mañana... o este mismo instante.

Este momento de paz, con Draco acostado a mi lado, sentir su respiración pausada mientras recorro el contorno de su rostro con uno de mis dedos, tiene el cabello más largo, me recuerda a nuestra época de adolescentes.

-   ¿Creo que deberías estar dormida? - Si voz ronca por el sueño me saco de mi ensoñación - O, ¿es que no te dejé lo suficiente cansada esta noche? - incluso en la oscuridad puedo distinguir su expresión - Eso podríamos solucionarlo...

-   Es usted un completo pervertido, señor Malfoy - respondí acercándome mas a su cuerpo

-   Pues tengo entendido que eso es lo que más le gustó de mi, señora Malfoy

Sonrió antes de unir nuestros labios, sus manos me acarician los costados de mis caderas mientras yo entierro las mías entre su cabello, la incipiente barba me hace cosquillas, no se ha afeitado en los últimos días, y me encanta.

- ¿Escuchas eso? - preguntó mientras repartía besos por mi rostro

- No te levantes - respondí sujetándome a su cuello cuando hizo el ademán de abandonar nuestra cama

- Scorpius está del otro lado de la puerta

- ¿Como sabes eso? - pregunté incorporándome un poco

- Porque es lo mismo cada noche

Observé como recogió y se colocó la parte inferior de su pijama del suelo y se encaminó hacia la puerta, después de lanzarme su camisa para que me vistiera.

Y en el momento en que levantó todos los hechizos de la puerta de caoba, vi a mi pequeño bebé, parado en la entrada, con uno de sus regordetes dedos a modo de chupete y como en la otra mano, sujetaba la manta verde que se arrastraba por el suelo.

Sonreí inconscientemente.

- Tuve una pesadilla - susurró mirando avergonzado a su padre - ¿Puedo dormir con ustedes? - sus ojitos estaban llorosos y sorbía por la nariz

Draco lo analizó por un momento, hace unos días había dejado claro que Scorpius debía aprender a dormir solo en su recámara pero cada vez que nuestro hijo tocaba nuestra puerta cada noche obtenía la misma respuesta de su padre.

- Si, mi vida

Eso bastó para que Scorpius corriera hacia nuestra cama y se encaramara con rapidez sobre ella, aparte un poco las mantas y deje que se acomodara contra mi pecho, lo abracé fuertemente y sentí como su respiración se iba tranquilizando.

- Nunca aprenderá - susurró Draco sentándose en la cama

- Le tiene miedo a la oscuridad - conocía a mi bebé, y amaba sentir que me necesitaba, que era la única que podía espantar sus pesadilla

Draco suspiro y se volvió a acostar abrazando a nuestro hijo por la espalda, lo ama, lo veo cada día, en cada momento en que intenta ponerle límites pero irremediablemente siempre termina cediendo.

•••

-  ¿Y a que partido irán? - le preguntó Lucius a su nieto

- Inglaterra contra Italia - respondió sin mucho ánimo - ...Ganaremos

- Esa es la idea, este año tenemos un gran equipo, Scorp - respondió Theo que tenía a la pequeña Alice entre sus brazos