Traidora (Draco Malfoy)

Capítulo 58

- Una vez quise tanto a una persona que se me olvidó quererme a mí, ella me enseñó a hacerlo, merecíamos otro final

- Puede que no tuvieran un final feliz, pero sonrieron todo el tiempo que pasaron juntos, y solo por eso valió la pena

Escuchar a Theo y Della frente a la tumba de mi mejor amiga no estaba en mis planes, pero se veían tan absortos, él arrodillado frente a su lápida y ella detrás con sus manos en sus hombros, que no quise interrumpirlos.

- ¿Le guardas rencor? – le preguntó Theo

- No

- ¿Por qué? Algunas de sus acciones te hicieron daño

- Al principio no confiaba en ellas, sabes que las uní al grupo siguiendo el plan de Draco, pero me demostraron lo contrario, cualquier persona que de la vida por mis amigos, es digna de mi plena confianza... y no puedo ser hipócrita, si hubiese sido al revés, yo hubiera hecho lo mismo, ella te amaba al igual que lo hago yo

Era una conversación demasiado íntima, pero necesitaba estar aquí.

- Rose... - dijo la rubia volteando – Pensé que debías reposar

- Y así es – le respondí acercándome a ellos – Solo quería despedirme de ella – dije señalando a la tumba de Layla

- ¿Dónde está tu guardaespaldas? – dijo Theo para aligerar el ambiente

- No exageres – dije arrodillándome junto a él

- No exagera – le defendió Della – Parece tu sombra

- Solo está preocupado – respondí

Y más que va a estarlo cuando se dé cuenta que me escapé.

- Es comprensible – me dijo – Por un momento pensé que tú también estarías aquí – señaló a nuestro alrededor, queriendo abarcar cada lápida del lugar

- Créeme que yo también lo pensé - respondí

- Te dejaremos sola – dijo el chico a quien Della abrazó por los hombros y caminaron entre las lápidas del cementerio

Suspiré y me llené de valor para observar la lápida.

"Layla Walton
1980-1997
Sé feliz donde quiera que estés"

Los amigos son las personas que nos acompañan durante los momentos más difíciles y tristes de nuestras vidas, los que nos conocen bien y los que nos dan su apoyo. Perderlos es algo de lo que difícil reponerse.

- Me ofreciste tu amistad y la recibí como si me dieran agua en un desierto – dije colocando las rosas blancas que había aparecido con mi varita – Gracias por regalarme tantas risas, por haberme puesto en mi lugar en las ocasiones que lo necesitaba

Las lágrimas bajaban por mi rostro sin control, ni em mis peores pesadillas me imagine este momento.

- Sé que ya no te volveré a ver y eso me duele como si me lanzaran la peor de las maldiciones. Nunca volveré a encontrar a nadie que me comprenda como tú. Pero, aunque ya no estés a mi lado, siempre te tendré conmigo, amiga mía... eras mi hermana, siempre que necesitaba estabas conmigo, siempre que necesitaba consuelo, estabas conmigo, siempre podía contar contigo, ahora que no estás ¿Qué hago?... ¿Cómo ayudaré a Theo? Porque sé que quieres que lo haga...

Todo era tristeza, el día estaba gris, como si la naturaleza supiera que no era un día para sonreír.

- Pero, quiero creer que tendremos la oportunidad de estar juntas... de reunirnos todos de nuevo... y te prometo que viviré mi vida como si cada día fuese el último, y seré feliz, lo haré por las dos...