Capítulo 32

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- ¿A qué te refieres? – preguntó mirándome incrédulo mientras sus perfectas cejas se juntaban

Me miraba con curiosidad mientras sus pulgares acariciaban la piel de mis manos.

Maldita sean todas las sensaciones que me provocaba incluso estando enojada.

Parecía que miraba en mi interior con sus penetrantes ojos mercurio, buscando la respuesta en mis reacciones.

- ¿Por qué estas llorando? – replicó – Dices que es mi culpa, pero ¿Qué he hecho? – preguntó suavemente - ¡Habla, maldita sea! ¿Qué te he hecho? – acercó su rostro al mío como si con eso me hiciera hablar, el problema es que quería hacerlo, solo no sabía cómo empezar

- ¡Es por las cosas que has hecho! – exclamé con histeria

Necesitaba soltarlo.

Soltar todo lo que se encontraba atascado en mi garganta. Encararlo, que me confesará en mi cara lo que fue capaz de hacer.

Era ahora o... nunca.

- Por lo que sea que hayas comprado en Borgin y Burkes. Porque por tu culpa Katie Bell está en el hospital – en su rostro se instaló una expresión de horror, porque sabía que lo había descubierto – ¿Cómo pudiste hacerle eso? Estaba hechizada, Draco. ¡Vi como terminó maldecida! Y no pude hacer nada. ¡Te defendí de las acusaciones de Potter, a pesar de saber que eran ciertas! ¿Miénteme en la cara y dime que no tienes nada que ver? – finalicé mientras golpeaba su pecho

Él no dijo nada, dejó que yo descargara mi rabia y recibía cada uno de mis golpes en silencio. Ni siquiera intentó apartarme cuando lo golpeé en el rostro, dejándole la mejilla roja.

Lloraba por la impotencia.

- Dame una razón... Draco... quiero una razón que explique por qué intentaste matar a alguien... - pedí mientras trataba de controlarme

Draco se alejó, dándome la espalda mientras se llevaba las manos hacia el cabello rubio con rabia y maldecía por lo bajo, como si no pudiera creerse que esto estaba pasando.

De un momento a otro tiró todo lo que se encontraba en su escritorio, con tanta fuerza que el sonido sonó por toda la habitación.

Parecía que de algún modo también se sentía acorralado, indefenso y... dolido, tanto como yo en este momento.

- Siempre tienes que ser tú la única que sufre, la buena chica ¿no?... – dijo mientras se volteaba y me miraba, como si esperara que comprendiera algo que parecía ser obvio – Nadie más tiene la capacidad de sufrir, solo la tienes tu ¿no?... Los demás no tenemos sentimientos, herimos a las personas porque nos parece divertido ¿no?... Piensas que lo hago porque quiero, que para mi esto es una broma ¿verdad?... ¡Pues no es así, Rosalie! Aunque no lo creas estoy metido en un problema muy grave... y no he querido meterte en eso, no he querido hundirte conmigo en la mierda... Tengo más impotencia que tú... Pero tu no lo entiendes, no lo sabes... Porque estás más preocupada por una chica a la que ni siquiera conoces... porque siempre te empeñas en ser Santa Rosalie, la chica perfecta, la que nunca ha hecho nada malo – añadió con una voz cargada de furia e ironía, mientras yo lo miraba con los ojos muy abiertos

"Estoy metido en un problema muy grave" esa frase retumbaba en mi cabeza

¡Por supuesto que lo estaba, era un mortífago!

Tal vez él no decidió esto, quizás lo obligaron... pero, ¿Por qué a ella?

- Entonces explícamelo... quiero comprenderte, quiero saber todo respecto a esto... - había muchas cosas que no me contaba, que no encajaban, ya no estaba enfadada, no podía estarlo viendo a Draco tan roto, era como si me enterraran una espada en el corazón

- ¿Cómo estas tan segura que no te mentiré? ¿Eh? Según tu soy un asesino... eso es lo que piensas de mi – dijo con resentimiento'

- No dije eso... solo quiero comprender porque el chico del que estoy enamorada le ha dado un collar maldito a una persona... tengo miedo – Draco se acercó a mi más rápido de los que había esperado

Tomó mi rostro entre sus manos mientras yo habría mis ojos de par en par, viendo como atacaba mis labios, sintiendo esa extraña comodidad de estar cerca de él, mientras se borraba todo, todos esos pensamientos negativos que habían estado en mi cabeza.

Esta era la mejor manera de olvidarse de todo... Bueno, quien recordaría algo cuando devoraban sus labios como si fueran el más dulce manjar.

- Sé como te sientes, Ro... - dijo mientras juntaba su frente con la mía y me miraba a los ojos después de que nos separamos

Se veía tan sexy con el cabello revuelto, el rostro sonrosado y los labios hinchados.

¿Por qué tenía que ser tan guapo?

- Atrapada, sola, culpable – añadió en un susurro mientras jugaba con un mechón de mi cabello - Sé que te he puesto en esta situación, sé que te he hecho mentir: a tus amigos, a tu familia, a Potter, que está empeñado en descubrirme, pero lo que tu sientes esta muy lejos de todo lo que siento yo... - agregó mientras acariciaba mis mejillas con sus pulgares

Esta vez fui yo la que comenzó a tocar su rostro pálido.

- Me vas a odiar cuando te cuente toda la verdad...

- No... no lo haré... - repuse con sinceridad

- ¿Lo... lo prometes...?

- Sí, lo prometo

Él suspiró

- Tengo que... que asesinar a... a alguien aquí, en el colegio – habló mientras se alejaba de mi y cerraba sus ojos y puños con fuerza

Casi suelto un grito por su confesión.

¡Por Salazar!

- ¿A quién? – pregunté abrazándome a mi misma para tratar de calmar el temblor de mi cuerpo, no todos los días escuchas este tipo de noticias

- Dumbledore... - respondió Draco

Tragué en seco...

- "quien tu sabes" me dio esa misión después de obligarme a convertirme en mortífago – añadió con frustración

Me acerqué a él con cautela y entrelacé nuestros dedos, para mostrarle que aún estaba aquí, que a pesar del terror que recorría mis huesos, no me había ido... que mientras dependa de mí, él nunca estará solo.

- Si fallo, si no logro asesinarlo... él me matará a mí y a mi familia... a ti... ¿Entiendes Ro, el peligro en el que estoy? – añadió mirándome con culpabilidad – ¿Comprendes el peligro en el que te he puesto? – asentí

Él me abrazó, como si temiera que me soltara y saliera de su habitación.

Lo cuál no iba a hacer... ya había tomado mi decisión.

- Puedo ver que tienes miedo... pero te necesito princesa... haré hasta lo imposible para protegerte... no dejes que el temor que sientes por lo que voy a hacer te aleje de mi... Quédate conmigo... a pesar de lo que crean los demás... Potter, tus hermanos, los profesores... nadie importa...seamos nosotros contra el mundo – finalizó con suplica en su mirada

Enrosqué mis manos alrededor de su cuello

- Yo siempre te elegiré a ti – sus ojos grises, antes tristes, ahora brillaban de una forma hermosa, de una forma que era, totalmente, para mi...

Traidora (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora