Capítulo 23

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Umbridge arrastró a Hermione y a Harry fuera de la oficina con la esperanza de que la llevaran con "el arma secreta".

Ahora mismo desearía tener mi varita mágica conmigo, estábamos a merced de la Brigada Inquisitorial, aunque tengo la certeza que ninguno de ellos me hará daño, por lo menos no enfrente de Draco.

No teníamos mas remedio que esperar a que regresaran. Pero 30 minutos después tenía la certeza de que algo había salido mal, lo más seguro es que Umbridge descubriera la mentira y ahora este practicando los maleficios imperdonables con ellos.
Necesitábamos salir de aquí, teníamos que hacer algo.

- ¿Qué es eso Weasley? – la pregunta de Goyle me hizo observar a mi hermano, que trataba de tomar unos dulces

¿En serio, Ron?

¿En estos momentos quiere dulces?

- Dulces eh, será mejor que compartas con todos – dijo Crabbe que se encargó de quitarles a bolsa

Y luego de coger unos cuantos fue pasándola por todos los miembros de la Brigada que también tomaron uno, todos menos Draco, a él no le gustan realmente los dulces, excepto las ranas de chocolate, que le encantaban.

Y en ese momento me alegré mucho que fuera así, porque acababa de darme cuenta que no eran simples dulces, era uno de los productos de Sortilegios Weasley, exactamente del surtido saltaclase que literalmente te ponían enfermo.
Su plan era brillante, demasiado para que se le haya ocurrido a mi hermano, la verdad.

No pasó mucho tiempo para que el vómito comenzara, sus rostros se volvieron de un profundo y enfermizo verde.

- ¿Qué nos está pasando? – gruñó Pansy a Ron

Y justo en el momento en que ellos corrían hacia la ventana saqué mi varita del bolsillo trasero de Goyle, que no puso ninguna resistencia porque ni tiempo le dió de llegar a la ventana, vomitó ahí mismo.

El resto de los chicos ya habían tomado sus varitas, por alguna extraña razón, Draco las soltó sin oponer resistencia, bueno, tal vez algo tuvo que ver el hecho de que estuviera demasiado preocupado tratando de no ensuciar sus caros zapatos negros de diseño.

Me alegraba no tener que atacarlo para poder salir porque dudo tener el valor para lanzarle un solo hechizo.

•••

Corrimos hacia la puerta ignorando los gruñidos de Millicent ordenándonos regresar. Bajábamos con rapidez las escaleras mientras Ron me tomaba de la mano y me arrastraba. Es irónico que yo fuera la más lenta y él el más ágil cuando de niños era al contrario y yo solía burlarme junto a los gemelos, Supongo que será el karma.

Ya casi llegábamos al vestíbulo, pero yo me había detenido.

¿Qué haríamos cuando encontráramos a Harry y Hermione?

¿Cómo iríamos hasta Londres?

¿Cómo salvaríamos a Sirius?

¿Y si las cosas salían mal?

¿Y si algo me sucedía?

Draco no me habría perdonado, no le había dado un último abrazo.

- ¡ROSALIE!

Me giré para ver a un Draco demasiado desaliñado, con sus pantalones negros algo sucios, las mangas de su camisa blanca remangadas hasta los codos y sin su capa de Slytherin. Solo estaba a un par de metros de distancia.

- Rose... - dijeron Ron y Ginny al mismo tiempo, apuntando sus varitas hacia Draco

- Sigan adelante – les ordené, manteniendo mi mirada en Draco

Traidora (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora