Era la hora de la cena, dos días después del despido de la profesora Trelawney, aquel día tuvieron la primera clase con el profesor Firenze.
- Ahora lamentarás no haberte apuntado a clase de Adivinación, ¿verdad Rose? – comentó Della con una sonrisa burlona
- Pues no – dije antes de beber de mi vaso con sumo de calabazas – No cambiaría de opinión ni aunque un unicornio imparta la clase
- No es un unicornio, es un centauro – añadió Layla
- Era solo un ejemplo – comenté - ¿Cómo les fue?
- Genial, el aula parecía un bosque, fue hermoso – contesto la pelinegra
- ¿Hermoso? – dijo Della indignada – Yo no lo describiría con esa palabra, aún huelo a salvia y malva dulce
No pude evitar reírme ante su comentario, ella nunca cambiaría, todos sabemos que el campo no es lo suyo
- Lo peor, es que parece que Potter ya tiene a otro profesor en su bolsillo – dijo Della un poco enojada
- ¿Cómo?
- El centauro habló con tu hermano, la zanahoria, y con San Potter al terminar la clase – me explicó la rubia
- ¿Para que querría un centauro hablar con ellos? – dije sin entender
- No lo sé, quise escuchar pero Issac me esperaba, solo sé que trataba sobre Hagrid – dijo Layla
No pude dejar de pensar en lo que me contaron las chicas, ¿Firenze les habrá contado a Harry y a mi hermano adonde fue Hagrid, el por qué volvió después de iniciada las clases y lleno de moratones?, y si fue así ¿por qué se lo diría a ellos?
- ¡Hey! Rosalie – Luna Lovegood estaba frente a mí, igual de desaliñada y soñadora que la última vez que la vi – Que bueno que te alcancé, quiero hablar contigo – fruncí el ceño confundida
- Por qué ella querría hablar contigo Lunática – dijo Della despectivamente, pero pareció que a Luna no le importó en absoluto su comentario
- Ahora las alcanzo chicas – le dije a mis amigas que continuaron su camino hacia la sala común a regañadientes – ¿Que quieres, Luna?
- Solo quería invitarte a una de nuestras reuniones – me dijo con una sonrisa
- No deberíamos hablar de esto en medio del pasillo – dije mirando a mi alrededor un poco nerviosa
- No hay nadie, muy pocos alumnos toman este atajo - ¡cómo podía estar tan tranquila!
- Te agradezco la oportunidad, pero no creo que sea correcto – le dije con sinceridad, dudo que a mis hermanos y a sus amigos les guste verme por allí
- Si lo dices por Harry, no deberías preocuparte, le conté que me descubriste esa noche, y le pedí que te dejara venir como muestra de agradecimiento por no contar nada
Me sorprendió, no lo puedo negar, que esta invitación llegara con la aprobación de Harry Potter me había tomado desprevenida.
- Aún así, no lo puedo aceptar, mis amigos no me lo perdonarían si se enteraran
- No tienen como saberlo, y si después de ir no te gusta puedes dejarlo
- En verdad, no creo que sea buena idea
- Oh – dijo con decepción en sus ojos saltones – pensé que te gustaría
- Luna, lo siento, de verdad, pero... - no sabía que decir, mentiría si diría que no siento curiosidad por lo que sea que Harry les enseñara, incluso puede ayudarme en los TIMO, y me ayudaría a que mi familia sepa que estoy en su bando, mis amigos no tienen cómo enterarse, si ellos han estado haciéndolo durante meses y no han sido descubiertos - ¿Cuando es, Luna? – ella me sonrió...
- Te avisaré cuando lo sepa, nos vemos Rose, sabía que no me había equivocado contigo – y sin más, dio la vuelta, lo mejor era que yo también me vaya de aquí.
Espero no arrepentirme de esto... Tengo que pensar en que le diré a las chicas cuando llegue a la Sala Común, de seguro me harán un interrogatorio sobre Lovegood.
•••
Ya puedo ver la entrada, tengo que actuar con tranquilidad
- Sangre p... - no pude terminar de decir la contraseña porque fui apartada del muro y llevada hasta detrás de una de las columnas
Estaba un poco asustada, pero al ver esos ojos plateados todo el temor se esfumó. Draco me sonreía mientras acariciaba mi cintura.
- No fuiste a cenar ¿donde estabas? – le pregunté entrecerrando los ojos, pero el comenzó a besarme el cuello, quería evadir la pregunta
- Estuve en... el despacho de... Umbridge – me dijo entre los besos
- ¿Qué? – dije apartándolo rápidamente - ¿Por qué estabas ahí
- Tranquila – dijo volviendo a atacar mi cuello, pero me volví a separar, esperando a que me dé una respuesta – Me enlisté en la Brigada Inquisitorial
Mis ojos se abrieron con sorpresa...
- ¿Por qué lo has hecho? – dije con seriedad
- Nos dan créditos extras para los TIMO
- Dime la verdad Draco, ambos sabemos que no los necesitas
- Umbridge piensa que Potter y Dumbledore están planeando algo, y sea lo que sea, quiero saberlo y arruinárselo a Potter – él seguía sonriendo, pero yo no comprendía lo que escuchaba
- En serio, ¿vas a malgastar tu tiempo investigando teorías conspirativas sin fundamento solo por fastidiar a Harry y agradarle a Umbridge? – estoy asustada, si Draco descubre que pienso ir a una de esas reuniones no quiero ni imaginarme lo que sucedería
- Sí, necesitamos ganarnos su confianza, por eso nos apuntamos
- ¿Necesitamos? ¿Quiénes? – por favor que no sea lo que estoy pensando
- Pues nosotros: Theo, Blaise, Della, Crabbe, Goyle, Layla... y tu
- ¿Yo? No estaré en el maldito ejército de esa bruja – dije muy enojada
Si él se piensa que estaré a las ordenes de esa loca con cara de sapo está muy equivocado.
- Hablemos de esto después – dijo acorralándome entre la pared y sus manos
- No Draco, no podemos, lo que hiciste no está bien, y si piensas que yo voy a estar de acuerdo con... - no pude terminar, colocó una mano en mi cintura y atrajo su cuerpo al mío mientras que su otra mano se enredaba en mi cabello
Al principio el repentino gesto me tomó desprevenida, pero a pesar de estar enfadada con él mi boca respondió el beso en segundos, tuve que ponerme de puntitas y tirar de su cuello para profundizar el beso.
Sus labios son demasiado suaves, y mentiría si dijera que no es un gran beso, simplemente se sentía exquisitamente bien estar besándolo, y eso me asustaba, que no importara cuantas veces lo besara, siempre sentía las mismas mariposas en mi estómago, los mismos fuegos artificiales explotando en mi interior. Quizás esto sea lo que sientes cuando se está enamorada, sentir que estas cayendo en él como caerías en un sueño, flotando, en una espiral hacia abajo.
Ambos nos separamos y nuestras respiraciones están un poco entrecortadas, cuando sus ojos se posan sobre los míos veo un atisbo de duda, algo raro en él, no sabe si sigo enfadada, y sinceramente ya ni recuerdo él por qué debería estarlo, solo puedo sonreír y volver a besarlo mientras mi corazón comienza a latir con fuerza.
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Traidora (Draco Malfoy)
FanfictionSer la oveja negra de la familia no es fácil, algunos pensarán que lo mejor que puede pasar a un adolescentes es no tener que darle explicaciones a sus padres. Pero vivir en una casa donde todos la ignoran no es precisamente lo mejor que le pudo ocu...