Capítulo 31

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A mediados de octubre tuvo lugar la primera excursión a Hogsmeade, dudaba que las excursiones continuaran realizándose, dado que las medidas de seguridad se habían endurecido mucho, pero a todos nos alegró saber que no se habían suspendido; siempre se agradecía el poder salir del castillo unas horas.

Filch, como de costumbre, estaba plantado junto a las puertas de roble, comprobando los nombres de los alumnos que tenían permiso para ir al pueblo. El proceso llevó más tiempo del habitual, porque el conserje registraba tres veces a todo el mundo con su sensor de ocultamiento.

- Debería hacer eso cuando entremos al colegio, no cuando salgamos – opinó Blaise – Pero claro, no se puede esperar mucha inteligencia de un squib

El cometario era un poco ofensivo, pero lo mejor era no opinar, últimamente todos estaban un poco susceptibles.

El paseo a Hogsmeade no fue nada placentero, hacia demasiado viento, y el rostro se me entumecía por el frío.

Draco no pudo venir porque tenía un castigo con McGonagall, pero él no parecía muy enfadado por no poder salir, y en estos momentos me preguntaba si no hubiera sido mejor quedarme acurrucada en la sala común frente a la chimenea.

Lastimosamente, el pueblo ya no era el mismo de antes, para empezar, la tienda de artículos de broma Zonko estaba cerrada con tablones, lo que demostraba que esta excursión no pretendía ser divertida. Por suerte, Honeydukes sí estaba abierta, ahí compré algunos calderos de calabazas y unas plumas de azúcar, mientras que Layla y Theo, que estaban muy cariñosos en los últimos tiempos, se adelantaron a Las Tres Escobas para encargarse de reservarnos una mesa cerca de las chimeneas.

•••

El frío viento de fuera me lastimaba la cara después del dulce calor de Honeydukes. No había mucha gente en la calle, y los que había, no se detenían a charlar e iban derechitos a su destino.

Una vez dentro del pub, nos dirigimos hasta la mesa que ya Theo y Layla nos habían reservado, grande fue nuestra sorpresa al encontrarlos acurrucados y a punto de besarse.

- ¿De qué nos estamos perdiendo? – dijo Della con una sonrisa cómplice – ¿Es lo que creo que es? Por favor díganme que sí

- Bueno... - murmuró Layla ocultando su rostro en el hombro de Theo un poco avergonzada – Sí, Della

- Lo sabía – dijo la rubia que fue feliz a abrazarlos – Me autodeclaro la madrina de esta pareja

- ¡EY! – exclamé Blaise haciéndose el ofendido – Yo fui el que reveló los sentimientos de este idiota – dijo señalando a Theo

- Es cierto – concordó Della – Pero fui yo quien lo animó a declararse

- Eso es verdad – intervino Theo chocando su mano con la de Della

- Bueno, entonces tenemos que celebrar – dije mirando curiosa a Della, algo no cuadraba aquí

- Tienes razón... voy a buscar cervezas de mantequilla

- Te acompaño – dije siguiendo a la rubia

Las Tres Escobas estaba abarrotada de estudiantes que buscaban refugiarse del frío, las mesas ni siquiera alcanzaban para todos.

- ¿Estás bien? – le pregunté mientras esperábamos que nos entregaran nuestro pedido

- Sí, ¿Por qué no lo estaría? – contestó encogiéndose de hombros

- Es que... el otro día en la clase de Pociones, tú... - dije nerviosa – Bueno... tu... es que

- Ya se lo que me vas a decir – me interrumpió – Sobre la Amortentia

Traidora (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora