Traidora (Draco Malfoy)

Capítulo 25

El día era horrible, la niebla lo cubría todo. Mi mirada estaba perdida en el paisaje y mis pensamientos estaban perdidos en el último artículo que leí en El Profeta:

ESPOSA E HIJO DE MALFOY
ESTARÁN HOY EN EL JUICIO

Pobre Draco, me imaginaba todas las miradas sobre ellos, los periodistas atacándolo a preguntas, los cientos de cámaras que estarán sobre él, mientras su padre era juzgado, y seguramente, volvía a Azkaban.

Llevo toda la mañana tratando de convencer a mamá para que me dejara ir a la tienda de Fred y George, pero está muy reticente a dejarnos salir, por eso salí de casa, aunque no pude llegar muy lejos, la barrera mágica me lo impedía. Ya casi se cumplían los dos meses de vacaciones, y la actitud sobre protectora de mamá convertía cada día en más monótono, la casa se había convertido en una prisión, podíamos salir al jardín, pero no cruzar los límites de este.

Entendía a mi madre, pero me sentía claustrofóbica.
Era lógico que no me dejara ir con los gemelos, porque en realidad no tenía ninguna intención de ir a la tienda, era una excusa, quería llegar al ministerio, quería ver a Draco.

Casi me había rendido, hasta que una chica con cara en forma de corazón, pálida y con un desvaído pelo castaño llegó a casa, casi no la reconocí, pero era ella, era Tonks, y un plan apareció en mi mente.

- ¡Ey, Tonks! – grité cuando estaba a punto de cruzar la barrera

- ¿Pasa algo, Rose? – me preguntó

- No, es que acabo de convencer a mamá para que me deje ir contigo al Ministerio – dije mordiéndome el labio inferior, estoy mintiendo porque no me queda más opción, o intento convencerme que así es

- ¿En serio? – dijo sorprendida

- Si, es que estoy un poco aburrida, y mamá no me ha dejado ir con Fred y George, pero ella confía en ti, así que me dejó ir a ver a papá – traté de sonar lo más convincente posible

- Bueno... tendría que hablar con tu madre – mis ojos se agrandaron un poco - ... Pero en realidad no tengo mucho tiempo... Vamos

•••

El vestíbulo del Ministerio de Magia tenía el suelo de madera oscura muy brillante, el techo de color azul eléctrico, tenía incrustaciones de relucientes símbolos dorados que se movían y las paredes estaban recubiertas de pulida madera, y en ellas había varias chimeneas doradas, por las que entraban y salían magos y brujas constantemente.
Hacia la mitad del vestíbulo había una fuente. Un grupo de estatuas doradas se alzaban en el centro de un estanque circular: "La Fuente de los Hermanos Mágicos".

- Me voy a demorar un poco, nos encontramos en la fuente en 1 hora para regresar a La Madriguera – dijo Tonks apenas llegamos con una sonrisa forzada – El despacho de tu padre esté en el segundo piso

- Es tiempo más que suficiente – dije sonriendo sinceramente

Caminé lentamente, me detuve a contemplar la fuente mientras trataba de imaginar lo que había pasado ahí el año pasado. Podía imaginar a Harry en medio del pasillo siendo atacado por "el que no debe ser nombrado".

Lo mejor era apartar esos pensamientos y centrarme en encontrar a Draco.

Seguí mi camino hacia un vestíbulo más pequeño donde había, por lo menos, 20 ascensores detrás de unas rejas de oro labrado.

Entré a uno de ellos y el momento en que estaba por voltear, escuché aquella voz detrás de mí.

- Ascensor – dijo él